Dark grey » Niall Horan {Deep colours #2} CANCELADA

Capítulo 3.

ARIANNA

El día lluvioso de Oxford corresponde perfectamente con mi estado de humor. Es un día triste. El cielo de la ciudad está coloreado de un gris oscuro, al igual que las nubes estruendosas y húmedas. Al igual que mi alma. El viento sopla con fuerza, ondeando mi cabello rubio. Cualquiera diría que estamos a finales de junio. Aunque Inglaterra sea caracterizada por su tiempo nublado y lluvioso incluso en verano, no me vendría nada mal ver un poco de sol para subirme el pésimo ánimo por el que estoy pasando.

Llegué a Oxford hace tres días y debo admitir que me estoy enamorando de esta ciudad. Todas las personas son amables y educadas, y no puedo esperar para empezar la prestigiosa universidad de Oxford. Nunca pensé que conseguiría una plaza en ella, aunque tampoco es que lo haya intentado.

Sujeto con fuerza el paraguas con una mano y, con la otra, sostengo fuertemente las dos bolsas repletas de comida. El supermercado no está muy lejos de mi casa, así que le he hecho el favor a mi madre de hacer la compra por ella. Cualquier cosa con tal de mantener mi mente ocupada y no pensar en los dolorosos sucesos pasados.

Nos hemos mudado a un precioso y bienquisto vecindario no muy lejos del centro de la ciudad. Se puede acceder con rapidez a cualquier tienda y no estamos apartadas de nada, como nos ocurría en Mullingar. Todavía debo acostumbrarme al bullicio de los vehículos y transeúntes, pero va a ser fácil. La paz y tranquilidad que se respiraba en Mullingar no la hallaremos de ningún modo aquí. Es una pena, pero me gustaba. Me daba inspiración para fotografiar y, de alguna manera, me sentía libre y sin ataduras. Como con alas.

Pero Niall me las ha cortado.

Mi mente vuelve al mismo punto de siempre: Niall. Me es completamente imposible no pensar en él, y lo odio por el hecho de que aún lo quiero. Pero lo que ha realizado es imperdonable y no merece siquiera que esté en mis pensamientos. ¡No se lo merece!

El dinero hace perder la cabeza a las personas, incluso a las más queridas, como mi padre y... Niall. Mas yo no permitiré que eso me ocurra a mí. Esta sociedad está cayendo en picado por la avaricia y la ambición. Incluso familias, que damos por supuesto que son inquebrantables, se han roto por cuestiones monetarias.

De repente, choco reciamente con un hombre. Mi hombro golpea contra el suyo y reculo sin poder evitarlo. Las bolsas casi se caen de mis manos pero consigo sostenerlas con más firmeza a tiempo.

-Perdone, no le había visto, es que... -me quedo totalmente enmudecida al atisbarle con la mirada. Lleva un pañuelo en torno a su cuello, tapando gran parte de su rostro, al igual que el gorro colocado sobre su cabeza. Solo logro ver sus ojos y parte de su nariz.

Le observo atentamente, estupefacta. Sus ojos marrones oscuros se abren ampliamente. Hay algo en ellos que me resulta realmente familiar. Demasiado familiar. De pronto me percato. Esa mirada la conozco. Estoy segura, pero mi teoría es completamente imposible.

¿Papá?

-No se preocupe -responde con voz muy grave, como si fuera fingida.

Acto seguido, vuelve a iniciar su marcha y camina rápidamente hacia la dirección contraria a la que me dirijo.

Permanezco en medio de la calle patidifusa y alarmada. Mi corazón comienza a acelerar velozmente y mi respiración se torna irregular. Quito los mechones de pelo rubio que cubren mi semblante a causa del viento y miro hacia atrás, esperándome encontrar al extraño hombre. Pero ha desaparecido. Giro sobre mis talones y empiezo a caminar hacia mi domicilio, aún un poco desconcertada.

No puede ser Roger, mi padre. Es técnicamente imposible. Creo que estoy comenzando a tener alucinaciones. Con todos los acontecimientos que me han acaecido en estos últimos días y el descubrimiento de la verdadera personalidad de mi padre, mi mente está tan cansada que seguro que me ha jugado malas pasadas. Además, últimamente pienso demasiado en Roger, así que puede que esté un poco obsesionada y vea su rostro en todas las caras de los habitantes de Oxford.