Dark grey » Niall Horan {Deep colours #2} CANCELADA

Capítulo 1.

@xnhsuperheroxx

NOTA: Me he hecho un lío con los audios y ahora algunos no los puedo quitar, de momento escuchad solo el primero y los otros si queréis los dejáis JJAJAJA tengo que aprender a manejar la nueva actualización

NIALL

Quizás la vida sea una montaña rusa de verdad. Nunca he creído en las metáforas con las que la gente se empeña en relacionar la vida. Pensaba que cada una de ellas eran solo un­ mísero consuelo que les proporcionaba a las personas cuando estaban realmente jodidas o no sabían explicar con certeza el porqué de lo que ocurría a su alrededor. Ahora sé que me equivocaba.

Joder, me equivocaba en absolutamente todo.

Cuando naces es cuando te enfrentas a entrar al vagón de la montaña rusa. No sabes qué te espera en el viaje, pero aún así te montas. Empiezas a avanzar, deseoso por lo que va a ocurrir a continuación. Ahí es cuando vas creciendo hasta que te conviertes en un adolescente y tu vida comienza a girar en torno a ti mismo. No te importa nadie más; solo quieres vivir y ser feliz.

Yo no obtuve ninguna de esas dos cosas.

Empiezas a subir la cuesta. Sientes nervios. Sientes que algo va a cambiar en cuanto subes poco a poco. Te conviertes en adulto. Ya no piensas solo en ti, sino que observas a la persona que está a tu lado en el vagón y te percatas de que ella también está nerviosa y agitada. Se siente igual que tú y por una vez no eres un incomprendido más entre la multitud. Contemplas cómo se muerde el labio inferior, así que le das la mano y le sonríes, diciéndole en una única mirada que todo va a estar bien. Cuando te muestra una verdadera sonrisa, te sientes seguro y realizado, y algo en tu interior inicia un continuo revoloteo. Es ahí cuando descubres que ese es el amor de tu vida. Puede que tarde en llegar; puede que esté un vagón detrás de ti; pero siempre lo encuentras. Mientras ascendéis en la cuesta, os conocéis y os enamoráis. Todo está en calma; estáis felices. Pero luego llega la caída. La gran caída. Comenzáis a descender vertiginosamente sin siquiera poder evitarlo. Sois presos del pánico. Vienen las turbulencias en vuestra relación; una tras otra; no las podéis parar. Seguís cayendo hacia el abismo.  Gritas, sientes cómo vas perdiendo contacto visual con tu acompañante, con el amor de tu vida. Solo estás centrado en que acabe ya. Vuelves a pensar solo en ti. Ella grita, intentando coger tu brazo. Tú se lo apartas; es lo que tiene ser un cabrón de serie. Se siente herida por tu rechazo.

La has traicionado.

La montaña rusa llega a su fin. Ella se baja del vagón y desaparece entre la aglomeración de personas. La has perdido, y en cuanto posas un pie fuera de la atracción te sientes vacío. Tu compañera de viaje se ha marchado sin mirar atrás y experimentas la pérdida. La pérdida de alguien que de verdad te importaba. Otra vez vuelves a ser un incomprendido entre toda la muchedumbre.

Creo que esa es básicamente la historia de mi vida.

Poso la mirada en las baldosas sucias de la cocina. Estoy sentado en el suelo y apoyado sobre una fría pared. La oscuridad envuelve la casa por completo y el silencio es lo único que consigo apreciar en estos momentos. Observo la botella medio vacía de whisky cogida entre mis manos y doy un gran sorbo hasta que no habita líquido alguno en su interior. Acto seguido, la tiro a la pared de enfrente y el sonido de los cristales rotos resuena en toda la casa.

Después de que Arianna se marchara del lago Blue, permanecí allí durante unos minutos más. Tenía la mínima esperanza de que ella volviera a recogerme y me dijera que toda estaba bien, que me perdonaba.

Iluso de mí.

No tuve otra opción que volver a casa andando. Y bueno, aquí estoy. No fui tras ella puesto que no sería capaz de soportar su rechazo una vez más en una noche. No me sentía estable para presenciar eso. Ahora tampoco. Es por ello que soy un puto egoísta. A pesar de todo lo que ha pasado entre nosotros, sigo preocupándome por mí y no por ella. Estoy en la cocina de mi hogar borracho en vez de estar detrás de Ari suplicando por su perdón y proporcionándole una explicación de todo esto. Aunque no la haya siquiera. Pero de nuevo, soy lo suficientemente cobarde y egoísta para que me hiera de nuevo con sus palabras de repudio.