Era una noche bastante fría de invierno y el patrón me mandó a ayudar a Giyu con una misión ya que estaba preocupado por él. Descendí de un árbol, le toqué el hombro al pelinegro de ojos azules y exclamé:
- Buenas noches, To-mi-o-ka~
- Buenas noches, Kocho - respondió con seriedad y una mirada fría.
- Por qué tan serio? no es normal en ti - dije sarcástica y soltando una leve risa.
- No, no pasa nada - respondió cortante. Su cara se tensó un poco.
- Siempre tan amargado - dije aún sonriendo
- No soy amargado, mariposita. Ahora deja de molestar.
- No me digas mariposita.
En ese momento, desenvainé mi katana ya que había visto al demonio. Giyu hizo lo mismo. Le pegué un codazo a Tomioka en el estómago para desviar su atención y le inyecté veneno al demonio, matandolo.
- ¡Ja! ¡Te gané!
Giyu se recompuso rápidamente y me agarró como si fuera un saco de papas.
- Y yo te agarré.
- Bajame ahora, Giyu Tomioka - puse esa expresión de siempre, sonriente pero una vena destacando en mi frente, dando a entender que estaba enojoda.
- No, Kocho. Eso es por portarte mal - dejó escapar una pequeña sonrisa.
Golpée a Giyu en el estómago y me safé de sus brazos.
- Tu te portas mal - aún sonriente.
- Yo no me porto mal. Dime ¿Qué hice? - dijo con una mirada fría.
- Me inmobilisaste - haciendome la ofendida, de brazos cruzados y mirando hacia otro lugar.
- Yo tendria que estar ofendido, quisiste ganar al demonio cuando se supone que era en equipo - hace la misma expresión y luego de un rato, yo largo una carcajada.
- ¡Te ves tan lindo! - entre risas.
- No entiendes que el trabajo... ¿Qué dijiste? - me miró fijamente.
Narra Giyu:
Shinobu se puso colorada, parece que se habia dado cuenta de lo que habia dicho.
- N-no dije nada... - dijo mientras se iba poniendo cada vez más colorada.
Me acerqué a ella y puse mis manos en sus hombros, haciendo que me mire.
- Si, dilo.
- ¡N-no dije nada! - mirando hacia otro lugar para ocultar su cara roja.
- No me mientas, Kocho - fruncí el seño, confrontando su mentira.
- Dije que... - tragó saliva - Dije que te veias lindo... - se achicó para ocultarse en si misma.
- ¿En serio? - bajé mis manos, relajando mi expresión y dejando de agarrarte. Kocho asintió con la cabeza algo avergonzada.
- ¡Pero olvidate de que dije eso!
- ¿Por qué debería? - torcí mi espalda para poder verla más de cerca.
- Solo creo que eres lin... - un demonio la apuñaló levemente por la espalda, haciendo que cayera al suelo.
Maté al demonió lo más rápido que pude para socorrer a Shinobu, ella me alcanzó unas vendas de su bolsillo.
- Lo siento, no lo vi venir - dijo con un tono triste, decepcionada de si misma.
- No importa, está bien - me doy cuenta de que para poder curar tu herida, tengo que quitar tu camisa - Oye... ¿Podrías?...
- ¿Podría?...
- Quitarte la camisa, es necesario para curar la herida - esperando un golpe.
Shinobu suspiró y comenzó a quitarse la camisa... Se veia tan linda ¿Qué carajo me estaba pasando?
- ¿Te molesta? - terminando de ajustar la venda.
- Tranquilo, estoy bien - sonrió de una manera tan dulce que casi me contagia la sonrisa a mi también.
Shinobu se recompuso y abrochó su camisa de nuevo.
- Muchas gracias, Giyu - me sonrió de vuelta, su sonrisa era tan dulce... creo que la estaba comenzando a amar, pero más que como amigos.
Holuu, no sé si ya sabian, pero también me gusta mucho Kimetsu no Yaiba, así que capaz haga historias de Kimetsu por acá. Los quiero mucho, bye bye 💖
Les dejo una fotito...
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