Chan es un alfa soltero, padre de un cachorro que lo mira como el mejor padre del mundo, pero para los ojos de los demás, es un monstruo.
SeungMin es el Omega que por accidente se enlazó con su hijo pero está dispuesto a cuidarlo, el único problema...
Para los filósofos se ha considerado como un impulso emocional, una búsqueda de complementariedad y superación personal que a ambas partes los haga sentir bien.
Sin embargo...
El amor no siempre es bueno, el amor también puede ser considerado como el arma más letal de todas.
Pues así como puede sacar la mejor versión de tí y hacerte felíz, también puede destruirte hasta convertirte en la peor versión de tí.
Chan sabía esto muy bien, pues le dió todo su amor a la persona equivocada y terminó convirtiéndose en lo que alguna vez tanto temió.
Se había convertido en una persona fría, insensible, con un trastorno que terminó por convertirlo en un monstruo...
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Hace tres años atrás...
Chan estaba tarareando una canción de cuna, arrullando al bebé entre sus brazos, sonriendo al ver que su cachorro se había quedado completamente dormido.
Se levantó de la silla mecedora y recostó a su bebé con cuidado en la cuna, lo arropó bien y besó su pequeña frente con cariño.
Miró el reloj en la pared, notando que ya era la hora y apagó las luces, dejando que las estrellas fluorescentes pegadas en el techo brillaran en la oscuridad.
Salió de la habitación y cerró la puerta con cuidado, fue a su habitación y tomó entre sus manos un sobre amarillo.
Caminó por el pequeño departamento hasta la sala y se sentó en el sofá, no esperó mucho cuando la puerta se abrió, dejando ver a una mujer.
Su pelo estaba mojado por la fuerte lluvia y su ropa estaba húmeda y desordenada.
La castaña frunció el ceño al verlo despierto y cerró la puerta detrás de ella --- Pensé que ya estabas durmiendo junto a esa bola de pelos chillona y molesta --- dijo completamente ebria.
--- Tenemos que hablar... --- dijo Chan sin mostrar ninguna expresión, dejando el sobre en la pequeña mesita frente a él --- Explícame esto.
La mayor se acercó y tomó el sobre, lo abrió y soltó una leve risa nasal al ver las fotos.
--- Así que ya lo sabes --- sonrió volteando a ver a Chan --- Si, te soy infiel --- dijo con frialdad, aventando las fotos a la mesa --- ¿Y qué?
El rubio se quedó en silencio, le dolió la forma en la que su esposa se lo confirmó, como si no le importara nada.
Limpió rápido sus lágrimas y frunció el ceño volteando a verla.
--- P-Pero yo soy tu esposo, tenemos un bebé de apenas cinco meses ¿Cómo pudiste?... --- volteó a verla con enojo --- Eres una-
--- ¡Cállate! --- gritó Giselle, dándole una fuerte bofetada.
El labio de Bang sangró y éste volteó a verla con lágrimas en los ojos.
