🐾Capítulo II: Entrenamiento🐾

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°•Lara Anderson•°

4:45 P:M

La puerta del local es abierta de par en par, la campana sale disparada a no sé dónde y una horrorosa voz se escucha hablar.

Ah y claro yo pego un brinco en mi lugar.

—¡BUENAS MUY BUENAS TARDES!

Entra al que a mí me gusta llamar más feo hombre sobre la faz de la tierra, también a veces le suelo llamar mi mejor amigo.

Enojada rompo el pobre lápiz que estaba en mi mano y grito.

—¡¿Te das cuenta lo que acabas de hacer imbécil de cuarta?! – mi amigo se acerca y besa mi frente, yo lo empujo.

—Cariño por más que quieras que te haga mía, no sucederá.

Hago una mueca de absoluta repulsión, para luego gritar más que enojada.

—¡ES LA QUINTA CAMPANA QUE ROMPES EN DOS MESES ANDREW!

Él busca con la mirada la pequeña campana que claramente está rota.

—¿Ups? – me sonríe inocente.

—¡Te voy a...! – una voz a mis espaldas me interrumpe.

—¿Ahora que hizo tu amigo Lara?

—¡Sra. Harris! Siempre es un placer verla, tan sexy como siempre, ¿Ese pintalabios rojo es nuevo? – se apoya en el mostrador y muestra... ¿Eso acaso es una sonrisa seductora? Parece que tiene un derrame en la cara.

—Llévate a tu amigo antes que le meta una rosapor la nariz.

💬

—¡Vamos Lara rómpele la cara! – escucho a los lejos las palabras de Andrew y me es inevitable no sonreír.

Jacob el chico con el que estaba luchando era muy bueno, pero no tanto como yo, claro él me ganaba un poco en fuerza, pero al ser más alto y pesado no tenía la misma agilidad que tenía yo con mi peso y tamaño, debía mejorar un poco más en ello, creo que era menor por tres años, yo llevaba desde los 13 años entrenando, tenía más que experiencia.

Agarro el puño con el que me iba a golpear en la cara y lo jalo tirándolo al suelo con toda la fuerza que tengo, cae de cara en toda la tierra, corro unos cuantos metros tras su espalda, como lo había previsto se levanta limpiando sus ojos para buscarme, sin embargo, yo ya me encuentro corriendo hacía él con todas mis fuerzas, me tiro en el aire a la vez que pateo su abdomen haciendo que vuele por los aires chocando su espalda con un gran árbol haciendo un estruendo.

Un silbato a nuestras espaldas se escucha.

—Suficiente por hoy Lara, me vas a matar al pobre Jacob y créeme que es un gran guerrero – la voz del Alfa Joan me hace sonreír.

—Como usted diga Alfa Joan – volteo a verlo, él me devuelve la sonrisa con un asentimiento.

—Bien hecho pequeña ~ me dice por el enlace de la manada.

A su lado una cabellera negra y un rostro serio también me mira, Malcom Davis.

Hijo del Alfa Joan.

Futuro Alfa de la manda Black Moon.

Un chico de cabello negro, ojos cafés oscuro, 1.80 cm, cuerpo fornido y fuerte, piel clara, cejas bonitas, pestañas envidiables y nariz recta. Era muy guapo, muy guapo, pero era muy serio.

Recuerdo que cuando llegué a la manada nos hicimos amigos, jugaba conmigo y éramos inseparables, me defendía de otros niños y niñas, pero después de que empezó a entrenar, nos alejamos, el Alfa Joan me mandó a vivir con la Sra. Harris y ahí murió nuestra amistad, en el colegio intenté acercarme a él pero era como que le molestaba mi presencia y decidí no molestarlo más, los primeros dos años se le notaba triste, ya luego se volvió un chico frío, distante y serio, solo hablaba y se juntaba con sus amigos. Eso me había puesto triste por un tiempo, pero ya no había nada que hacer, yo me hice de mis amigos, que eran Andrew y Helena y el tiempo pasó.

A veces si que me preguntaba qué sería de nosotros si él no me hubiera dejado de hablar, pero los hubiera no existen y la vida sigue.

Él solo se me queda viendo con seriedad, su rostro no muestra ninguna emoción y sus ojos no me dicen nada, corto el contacto visual.

—Suficiente por hoy muchachos, pueden retirarse a sus casas.

Me levanto y me dirijo hacia Jacob que se encuentra acostado boca abajo.

—Levántate, lo hiciste muy bien Jacob – él voltea a verme, yo le tiendo una de mis manos con una sonrisa.

Se levanta rápidamente y se me acerca de manera brusca haciéndome retroceder.

—Escúchame bien O-ME-GA, dentro de poco te voy a ganar y vas a lamentar haberme dejado en ridículo en frente del Alfa. Recuerda tu rango, eres una omega, no vales nada, solo para que te cojan, ¿Eso es lo que te gusta no? Mi hermano es uno de los muchos de tu lista ¿Cuándo me haces un espacio? – sonríe de una manera tan asquerosa que lo empujo con todas mis fuerzas haciendo que choque de nuevo contra el árbol, pero más duro que antes, el sonido del golpe hace que todos volteen a vernos.

Me mira más enojado que antes y se acerca a mayor velocidad, pero alguien agarra mi muñeca y me pone tras su espalda.

—¿Qué acabas de decir imbécil? ¿Quieres que te rompa la cara acaso? – le dice Andrew enfrentandolo.

—Suficiente.

Una voz de Alfa fuerte se escucha haciendo que todos bajen la cabeza y tiemblen, aquí la mayoría son betas y alfas, yo al ser una omega la voz de una alfa causa no solo que bajé mi cabeza y tiemble si no que también me hace caer de rodillas al suelo, llorando y sintiendo miedo.

Mierda – escucho que dice alguien, pero no puedo levantar la cabeza, no hasta que el alfa me de permiso.

Lloriqueo lo más en silencio que puedo.

—Lara, todo está bien, tranquila – dice la voz del Alfa Joan, él no había sido quien usó su voz de Alfa, la conocía y sabía que no era él.

Fue Malcom.

Es que no quedaba de otra si no usaba su voz lo más seguro es que Jacob hubiera empezado una pelea contra Andrew.

Al escucharlo suelto un suspiro, limpio las lágrimas de mis ojos y trato de levantarme, pero me tambaleo y caigo en mi trasero. Cierro los ojos con fuerza porque quiero llorar, me siento humillada, me siento débil.

—Lara – Andrew intenta acercarse, pero lo detengo con mi mano.

Veo de reojo como Malcom también dio un paso adelante, pero se detuvo.

—Vamonos ~ le digo a mi loba por el link.

No me responde y me transformo en mi loba gris, una hermosa loba gris, de ojos amarillos y más de un metro de altura.

Antes de irme volteo a ver a Malcom, él me esta viendo, noto en sus ojos un pequeño arrepentimiento.

Lo miro a los ojos y agacho mi cabeza.

—Gracias Alfa ~ le digo por el link que nos une como manada.

Salgo corriendo de allí a mi casa.

💬

La manada Black Moon era grande, pero si que lo que más abundaban eran los betas, luego le seguían lo alfas, pero omegas si no me equivocaba éramos solo cuatro contándome a mí, y para muchos lobos era mal visto ser omega, solo por el hecho de ser lo más bajo en la pirámide nos veían como lobos débiles e inútiles, que solo están para servir y procrear, sí por naturaleza somos sumisos pero también podíamos ser muy fuertes, tanto en el carácter como en lo físico, yo era el claro ejemplo de ello, pero siempre habrá una debilidad y esa era la voz de un Alfa de manada. En otras manadas los omegas eran intocables, ya que hay una leyenda que dice que los omegas son enviados por la diosa Luna para mantener la felicidad y paz en una manada, enseñar lo que es el verdadero respeto y amor.

Sabía que en la manada si había personas que pensaran así, me había topado con lobos que cuando les decía que era un omega me decían lo afortunada que iba a ser mi pareja cuando me encontrase, porque los omegas son un regalo enviado por la diosa Luna.

Pero yo nunca iba a encontrar mi mate, no tenia olfato y por si no fuera poco, tampoco tenía olor...

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Escrito el: 26/04/2024


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