Transmigró para convertirse en la concubina masculina del tirano

Extra 2: Pequeño Xia Tian

El pequeño Xia Tian tenía poco más de siete mese cuando nació. Era tan pequeño que parecía que podía sostenerlo con una mano y la piel de todo su cuerpo estaba arrugada, como la de un pequeño mono.

En resumen, era feo.

Era tan feo que ni siquiera Wen Chi, su padre biológico, lo soportaba.

Wen Chi nunca había visto a un bebé recién nacido. A menudo había visto bebés en series de televisión y en Weibo, pero esta era la primera vez que veía a uno con sus propios ojos.

Sus expectativas anteriores de un bebé suave, tierno, blanco y regordete desaparecieron repentinamente.

Pero cada vez que veía a Ruofang cargando al pequeño Xia Tian envuelto en pañales hasta su cama, no podía evitar sentirse desconsolado.

Xia Tian estaba demasiado débil. los primero días incluso tuvo dificultades para respirar. Era frágil como la porcelana, nadie se atrevió siquiera a tocarlo. Sin embargo, Shi Ye se quedó junto a la acama día y noche para cuidar del pequeño Xia Tian, observando impotente cómo el pequeño Xia Tian perseveraba con todas sus fuerzas.

Shi Ye apenas cerró los ojos esos pocos días. Tenía miedo de que si parpadeaba, el pequeño Xia Tian dejaría de repirar.

Por lo tanto, Shi Ye tenía un sentimiento particularmente obsesivo por el pequeño Xia Tian. No permitió que nadie dijera nada malo sobre él. Incluso si Wen Chi simplemente suspira y dice que el pequeño Xia Tian era como un pequeño mono, Shi Ye estaría molesto por mucho tiempo.

Wen Chi miró al bebé Xia Tian y le tocó suavemente la nariz con las yemas de los dedos.

La boca del pequeño Xia Tian estaba abierta, sus ojos cerrados y su rostro casi convertido en una bola. Sintió el toque de Wen Chi e hizo un suave sonido con la boca.

Wen Chi quedó gratamente sorprendido y giró la cabeza hacia un lado para levantar la oreja.

Lamentablemente el pequeño Xia Tian volvió a quedarse callado

Ruofang, que estaba junto a ellos, vio que la expresión de sorpresa en el rostro de Wen Chi fue reemplazada gradualmente por decepción y no pudo evitar consolarlo: "Joven maestro, el pequeño Xia Tian todavía es joven y tiene sueño. Cuando duerma lo suficiente, es posible que se vuelva más animado"

Wen Chi continuó tocando suavemente la nariz del pequeño Xia Tian con las yemas de los dedos. Recordó lo que sucedió antes de dar a luz a Xia Tian e inmediatamente se arrepintió de su comportamiento obstinado en ese momento: "Si no hubiera estado enfermo en es momento, no lo habría dado a luz tan pronto. Xia Tian no ha estado llorando ni quejándose desde que nació, solo temo que le pase algo en algún lugar no conozcamos"

"Maestro, no le pasará nada" Ruofang dijo: "Él médico imperial dijo que el pequeño Xia Tian simplemente está débil y que estará bien después de que se recupere, además nuestro pequeño Xia Tian es tan adorable, ¿Cómo podrían los cielos permitir que le pasara algo?"

Al escuchar esto, Wen Chi volvió a examinar cuidadosamente al pequeño Xia Tian.

No es lindo, pero se parece cada vez más a un pequeño mono.

Con esos pensamientos, Wen Chi se sintió realmente triste y culpable. Cuanto más pensaba en ello, más le dolían los ojos. Después de un rato, sus ojos y nariz se pusieron rojos.

Ruofang se sorprendió por la repentina oleada de emoción de Wen Chi: "Joven maestro, ¿Qué le pasa?"

Wen Chi parpadeó y las lágrimas brotaron incontrolablemente. Cogió con cuidado al pequeño Xia Tian y lloró con tristeza: "Es como un pequeño mono"