Impotentes al amor (Zourry | Niam)

Capítulo 9 - Solo un poco.

-Estoy diciendo todo lo que he dicho antes. Todas estas palabras no tienen ningún sentido. Encuentro felicidad en la ignorancia. Menos escucho, menos dirás. Pero lo descubrirás de todas maneras. –

Despertó.

Significa que nadie lo escuchó. Nadie pudo ser capaz de oír sus pensamientos o de cumplir sus deseos. Se preguntó porque Tom le habrá tenido compasión en ese sentido.

Se sentó en la cama haciendo un esfuerzo sobrehumano, sintiendo demasiado dolor en la espalda. En cuanto los rayos del sol golpearon su cara, cerró los ojos y lo atacó una fuerte migraña. Se quejó en voz baja, tapando con su mano los molestos rayos de sol y se levantó, tambaleándose.

Si antes se había sentido mal ahora se sentía fatal. Se vistió y salió prácticamente corriendo de la habitación. Topo con un par de personas mientras caminaba sin rumbo fijo, pero no le importo realmente.Trataba de tapar el sol con su mano, para que no le diera directamente en los ojos y empeorara su dolor de cabeza.

Sabía que solo tenía un lugar a donde ir, pero por alguna razón no quería. Sabía que de alguna manera había decepcionado a los chicos y le provocaba una clase de malestar en el estómago cada vez que lo recordaba. Así que solo camino hasta su habitación, que para su sorpresa se encontraba vacía.

Con las piernas temblando, abrió la pequeña nevera y saco un emparedado, con una botella de agua. Tomo su desayuno y subió a su cama, haciendo un ovillo bajo las cobijas, comiendo lentamente. No pudo terminar más de la mitad.

-Louis – susurraron en su oído y se removió en sueños –. Vamos Lou, despierta – lo mecieron suavemente.

-Cinco minutos más – murmuro.

-Vamos, sino el sol saldrá y será más pesado correr – le decía Harry con cariño.

-¿Qué horas son? – bostezó.

-Las seis de la mañana.

Abrió los ojos con una expresión de incredulidad.

-Las seis de la mañana.

-Ya no te quejes Lou, vamos.

Harry lo jaloneo fuera de la cama y ambos se vistieron con la ropa deportiva que habían comprado el día anterior en la plaza comercial. Tomaron un par de bebidas energéticas y Harry le hizo estirar por los menos diez minutos antes de emprender carrera.

El cielo nublado amenazaba con dejar caer una tormenta y las calles se encontraban prácticamente vacías a esa hora. No habían corrido más de diez minutos cuando Louis ya sentía sus piernas fallar. Jamás en su vida había hecho ejercicio, así que su resistencia era nula.

Pero a Harry no le importo. El mayor colocaba una mano sobre su espalda para que apresurara el paso, asegurándose que no parara en ningún momento. Antes de salir Harry le había indicado que darían la vuelta al pequeño complejo de hoteles, en donde se encontraban hospedados, pero nunca imagino que recorrerían tanto. Cuando estaba a punto de fingir un desmayo para poder volver a dormir, pudo divisar a alguien frente a ellos. Justo en la entrada del estacionamiento del hotel en donde se hospedaron.

Allí estaba Zayn, con su pantalonera de pijama y una sudadera, esperando pacientemente por su llegada. Louis por un momento olvido lo cansado que se sentía y corrió un poco más rápido para dejarse caer en sus brazos. Sintió a Harry abrazarlos a ambos, para después darle un beso a Zayn en los labios, otro en la coronilla de Louis y emprender carrera nuevamente.