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Hendery ajustó su zapatilla de basquetbol con un suspiro cansado. Miró a su alrededor, observando a sus compañeros de equipo mientras se preparaban para el entrenamiento. Entre ellos, estaba Xiaojun, su rival en la cancha. Desde el primer día en que se unió al equipo, Hendery y Xiaojun habían chocado repetidamente, creando una tensión palpable en el aire cada vez que estaban cerca el uno del otro.

—¿Listos para entrenar? —gritó el entrenador, llamando la atención del equipo mientras se reunían en el centro de la cancha.

El resto del equipo asintió con entusiasmo, pero Hendery notó la mirada desafiante de Xiaojun cuando se encontraron con la mirada.

—¡Vamos a hacer que cada segundo cuente! —continuó el entrenador, instando al equipo a dar lo mejor de sí en cada ejercicio y jugada.

Hendery se preparó para el entrenamiento, enfocándose en el juego y bloqueando cualquier distracción que pudiera provenir de Xiaojun. Pero a medida que avanzaba la práctica, la rivalidad entre ellos se intensificaba.

—¡Mierda, Xiaojun, ¿puedes atrapar la pelota correctamente por una vez en tu vida?! —gritó Hendery, frustrado por el enésimo mal pase ejecutado de su compañero de equipo.

Xiaojun apretó los dientes, devolviendo el pase con fuerza, apenas controlando su temperamento.

—Lo siento, no sabía que necesitabas que te sirvieran la pelota como si fueras un príncipe —respondió sarcásticamente, desatando la furia en los ojos de Hendery.

La tensión en la cancha era palpable, y el resto del equipo observaba con incomodidad mientras la confrontación entre los dos jugadores más destacados se intensificaba. A pesar de su desdén mutuo, Hendery y Xiaojun eran dos de los mejores jugadores del equipo, y su habilidad en la cancha era innegable.

Sin embargo, la rivalidad no se limitaba al baloncesto. Fuera de la cancha, su relación era aún más tensa. Evitaban interactuar entre sí siempre que fuera posible, y cuando tenían que hacerlo, era solo para intercambiar insultos y provocaciones. Pero a medida que pasaban más tiempo juntos en los entrenamientos y los juegos, comenzaron a darse cuenta de que sus diferencias podrían ser más superficiales de lo que pensaban.

La relación entre ellos estaba marcada por la rivalidad y la hostilidad. Cada paso en la cancha era una oportunidad para provocarse mutuamente, con comentarios sarcásticos y miradas desafiantes que acompañaban cada jugada. Sin embargo, debajo de esta fachada de confrontación, Hendery comenzó a notar algo diferente en la actitud de Xiaojun.

En medio de sus intercambios tensos durante los juegos y entrenamientos, Hendery notaba destellos de vulnerabilidad en los ojos de Xiaojun. A veces, en momentos fugaces, podía ver más allá de la fachada fría de su compañero de equipo y percibir una sensación de soledad y anhelo en su mirada. Estos destellos despertaron una curiosidad en Hendery, una necesidad de comprender qué había detrás de la máscara de indiferencia de Xiaojun.

Una tarde, después de un agotador partido que perdieron por un estrecho margen, Hendery y Xiaojun se quedaron solos en el vestuario, cada uno sumido en sus propios pensamientos sobre la derrota.

—No puedo creer que perdimos este partido —murmuró Hendery, dejando caer su bolso con un suspiro de frustración—. Estábamos tan cerca de ganar.

Xiaojun asintió con solemnidad, sentado en el banco y desabrochando sus zapatillas con gestos mecánicos.

—Sí, fue decepcionante —respondió—.  Por lo menos dimos lo mejor de nosotros.

Hendery levantó la mirada, sorprendido por la falta de hostilidad en la voz de Xiaojun. Por primera vez, se encontró buscando algo más detrás de la mirada fría de su compañero de equipo.

Trouvaille | Xiaodery One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora