𝗛𝗲𝗮𝘃𝗲𝗻'𝘀 𝗖𝗹𝗼𝘂𝗱 ─ haobin

𝟬𝟰. 𝗪𝗵𝗶𝗹𝗲 𝗬𝗼𝘂 𝗪𝗲𝗿𝗲 𝗦𝗹𝗲𝗲𝗽𝗶𝗻𝗴

Después de una agradable cena con su abuela, Hanbin se encargó de llevarla de nuevo al hospital para qué descansará, se despidió de ella y regresó a su casa, tal como le había prometido a Hyori. Sin embargo, a pesar de su intento de relajarse y conciliar el sueño, se encontró dando vueltas en la cama, incapaz de conciliar el sueño. La culpa por haber dejado a Hyori a cargo de una responsabilidad que sentía que era suya lo mantenía despierto.

La mente del castaño divagaba y le recordaba constantemente la manera en la que falto a su palabra. Hanbin se sentía atrapado en un torbellino de emociones encontradas. A pesar de haber cumplido con su compromiso de llevar a su abuela de regreso al hospital y asegurarse de que estuviera cómoda, no podía evitar sentirse culpable por haber dejado a Hyori al cuidado de la responsabilidad que él consideraba suya.

La promesa incumplida con el Doctor Shen resonaba en su mente, como un eco constante que lo mantenía despierto en medio de la noche. La sensación de haber defraudado a alguien que apreciaba y respetaba era abrumadora.

Finalmente, cansado de sus pensamientos intrusivos, decidió levantarse de su cama y caminar hasta el baño con pasos pesados para mojarse un poco la cara. Al encender la luz, su reflejo en el espejo le devolvió una mirada cansada y preocupada.

— Me veo terrible —hizo una mueca al ver su reflejo demacrado en el espejo.

Con un suspiro, abrió el grifo y dejó correr el agua fría sobre sus manos. El contacto del líquido fresco contra su piel caliente le hizo sentir un ligero alivio, aunque temporal. Levantó agua con las manos y salpicó su rostro, sintiendo cómo el frío calaba hasta lo más profundo, disipando un poco la pesadez de sus pensamientos. Después de apagar el grifo, volvió su vista a su reflejo.

Mientras miraba su reflejo en el espejo, trató de encontrar algo de calma en su interior.

 — Debería llamar a Hyori —hablo para el Hanbin que se reflejaba en aquella superficie lisa— Sí, definitivamente debería hacerlo.

Salió de baño y se dirigió hasta su mesita de noche donde se encontraba su teléfono. Lo tomó entre sus manos y buscó el contacto de su mejor amiga, pero cuando estuvo a punto de llamarle tuvo el impulso de ver la hora antes de hacerlo.

— Wow, ¿ En serio son las 3:30? —volvió a dejar el teléfono en su mesita de noche y se sentó al borde de su cama.

Ya era muy tarde para llamar a Hyori, pero tampoco podía irse a dormir sin siquiera hablar con ella.

— ¿Será una buena idea? —volvió a tomar el teléfono que seguía encendido en el contacto de la pelirroja— No, definitivamente no. Ella me matará si la despierto a está hora.

Y nuevamente volvió a poner el teléfono en la misma mesita de noche para después volver a tomarlo de nuevo y quedarse viendo la pantalla fijamente.

— Un mensaje sería una mejor opción, ¿Verdad? —rascó su nuca.