𝗛𝗲𝗮𝘃𝗲𝗻'𝘀 𝗖𝗹𝗼𝘂𝗱 ─ haobin

𝟬𝟳. 𝗔𝗺𝗻𝗲𝘀𝗶𝗮

"Es difícil escuchar tu nombre cuándo no te he visto a hace tanto tiempo, es como que nunca existimos, ¿fue solo una mentira? Si lo que teníamos era real, ¿cómo podrías estar bien?"

La luz del atardecer iluminaba la habitación y a su vez el rostro de Hao, quien miraba nostálgico por la ventana de su habitación a los demás pacientes que estaban en el patio. Observaba a aquellas personitas vestidas con el pijama del hospital que compartían su tiempo con alguien más, estaba seguro de que la gran mayoría de ellas, a pesar de sus calamidades, aún conservaban sus recuerdos y no habían despertado un día con meses de su vida totalmente borradas de su memoria.

Hao se sentía perdido y confundido, no comprendía cómo su vida podría haber cambiado tanto en solo unos pocos meses. ¿Por qué era tan difícil para él siquiera recordar el día en el que su madre se había mudado a Londres? Estaba casi seguro de que había estado ayudándola a empacar, pero no tenía idea de cuándo había sido su partida.

Sumido en sus pensamientos, el sonido de la puerta abriéndose suavemente lo sacó de su ensimismamiento. Una chica alta y elegante, con un porte arrogante, entró a la habitación con un paso firme. Llevaba un vestido caro y unos tacones que resonaban en el suelo de la habitación. Su expresión era severa, como si la sola presencia en ese lugar le resultara incómoda.

—Zhang Hao —su voz cortante resonó en el espacio—. ¿Por qué no contestaste mis mensajes? He estado llamándote todo el día.

Hao la miró con desconcierto. Había algo en su rostro que le resultaba vagamente familiar, pero no lograba situarla en su vida. Después de un momento de incómodo silencio, decidió responder con cuidado.

—Lo siento, pero... ¿Nos conocemos?

La expresión de la chica se endureció aún más. Sus ojos se entrecerraron, y sus labios se tensaron en una fina línea.

—Soy Shin Junseo —dijo con un tono que sugería que esperaba que el nombre bastara para aclararlo todo—. ¿No recuerdas nada? Hemos estado saliendo por meses, Zhang Hao. Soy tu novia.

Hao parpadeó, intentando encontrar algún recuerdo que correspondiera a sus palabras, pero todo lo que encontró fue un vacío incómodo. Las palabras de su madre resonaron en su mente, sobre cómo debería tomar las cosas con calma, pero no esperaba enfrentarse a algo tan desconcertante.

—Junseo... —repitió lentamente, como si el nombre pudiera invocar algún recuerdo escondido—. Solo te recuerdo como la hija de la amiga de mi madre. Solías visitarnos cuando recién llegamos a Corea, ¿cierto? Eras... un poco intimidante.

Junseo retrocedió un paso como si hubiera recibido un golpe. Su rostro pasó de la sorpresa a la incredulidad y finalmente al enojo. Un color rojizo se apoderó de sus mejillas mientras apretaba los puños.

—¿Intimidante? —repitió, su voz cargada de furia—. ¿Eso es todo lo que recuerdas de mí? ¿De nosotros?

El tono furioso en su voz hizo que Hao se tensara en su cama. No sabía cómo manejar la situación, todo era tan confuso. ¿Por qué no recordaba algo tan importante como tener una novia?