Corazón en fuga

VIII.- Encuentro Interrumpido

La musica nuevamente se escucharía. La melodía lenta y relajante llenaba la habitación, envolviendo a N y Uzi en una atmósfera de intimidad y complicidad. Sus manos entrelazadas irradiaban una energía especial, como si cada contacto fuera una chispa que encendía el fuego de su amor.

N, con voz suave y llena de emoción, rompió el silencio que los envolvía. Expresó sus sentimientos más profundos hacia Uzi, recordando el momento en que sus manos se rozaron por primera vez en el callejón. Aquella conexión instantánea había sido el comienzo de algo especial entre ellos, algo que ahora sentían con aún más fuerza.

Al levantar el rostro de Uzi, N buscaba su mirada, deseando perderse en esos ojos color violeta que tanto lo cautivaban. Y al encontrarla, no pudo resistirse a la atracción magnética que los unía, y sus labios se unieron en un beso lleno de pasión y ternura.

Sin embargo, su momento de intimidad se vio bruscamente interrumpido por el ruido repentino de la puerta al abrirse. Aunque la música seguía sonando, N y Uzi estaban tan inmersos el uno en el otro que apenas notaron la presencia en la entrada de la habitación.

Una sombra se recortaba en la entrada, y al girar la cabeza, N y Uzi se encontraron con Tessa, cuya presencia allí los dejó atónitos. Detrás de su casco, Tessa guardaba silencio, pero su expresión revelaba una mezcla de tristeza y sorpresa ante la escena que presenciaba.

N se apartó de Uzi con nerviosismo al darse cuenta de la presencia de Tessa, sus palabras atropellándose en su boca mientras intentaba encontrar una explicación para lo que acababan de presenciar. "¡T... Tessa!", balbuceó, su voz temblorosa reflejando su incomodidad y confusión ante la situación.

Uzi, por su parte, se separó de N con rapidez, su rostro reflejando una mezcla de sorpresa y preocupación al ver a Tessa en la entrada. La música seguía sonando de fondo, creando una especie de telón sonoro que enfatizaba el silencio incómodo que se había instalado en la habitación.

Tessa, por su parte, permanecía en la entrada con una expresión imperturbable, aunque sus ojos revelaban la tormenta de emociones que estaba experimentando en ese momento. Su mirada alternaba entre N y Uzi, como si estuviera tratando de descifrar lo que había ocurrido entre ellos.

N, tratando de recobrar la compostura, se aclaró la garganta y dio un paso hacia adelante, buscando las palabras adecuadas para explicar la situación. "Tessa, esto no es lo que parece", dijo, su voz resonando con una mezcla de disculpa y justificación. "Uzi y yo... bueno, esto es complicado".

Uzi, por su parte, permanecía en silencio, su mirada dirigida hacia el suelo mientras jugaba nerviosamente con sus manos. Se sentía incómoda bajo la mirada de Tessa, como si estuviera siendo juzgada por algo que no podía controlar.

Tessa, por su parte, permaneció en silencio durante un momento, procesando la información que acababa de recibir. Finalmente, levantó una mano en un gesto de rendición y suspiró profundamente. "Lo siento", dijo con voz suave, aunque su mirada seguía siendo intensa. "No debería haber interrumpido. Me voy a retirar y dejarte en paz".

Con eso, Tessa se dio la vuelta y salió de la habitación, cerrando la puerta tras de sí. N y Uzi se quedaron en silencio, dejando que el peso de la situación se asentara entre ellos. A pesar del intento de explicación de N, quedaba una sensación de incomodidad en el aire, como si algo hubiera cambiado irreversiblemente entre ellos.

Uzi, sintiéndose abrumada por la situación, se volvió hacia N con una expresión tensa en el rostro. Sus ojos reflejaban una mezcla de emociones, desde la incomodidad hasta la tristeza y la confusión. Con un suspiro, tomó una decisión.

"N, creo que sería mejor que te vayas a tu habitación", dijo con voz suave pero firme, evitando encontrarse con la mirada de N. "Necesito un momento a solas para procesar todo esto".

N asintió, sintiendo un nudo en la garganta mientras comprendía la necesidad de Uzi de espacio. "Está bien", murmuró, luchando por mantener la compostura. "Te dejaré sola. Pero si necesitas hablar o... cualquier cosa, estaré aquí para ti".

Uzi asintió levemente, agradecida por el gesto de N, aunque no podía evitar sentirse abrumada por la oleada de emociones que la invadían. Con un gesto de despedida, N se dirigió hacia la puerta, sintiendo el peso de la situación en sus hombros mientras abandonaba la habitación y se dirigía hacia la suya.

Mientras tanto, Uzi se quedó sola en la habitación, sumida en sus pensamientos y emociones. Se dejó caer en la cama, sintiendo el peso del mundo sobre sus hombros mientras intentaba procesar lo que acababa de suceder. Aunque sabía que no sería fácil, estaba determinada a encontrar una manera de lidiar con la situación y seguir adelante.

Mientras Uzi se quedaba sola en la habitación, su mente daba vueltas tratando de entender las palabras de N. "Esto no es lo que parece", resonaban en su cabeza una y otra vez, sembrando la semilla de la duda y la confusión en su interior.

Intentó desentrañar el significado detrás de esas palabras, pero cada intento solo parecía sumergirla más en un mar de incertidumbre. ¿Qué quiso decir N con eso? ¿Acaso insinuaba que lo que había presenciado Tessa no era real, que había algún malentendido?

Uzi luchaba por encontrar respuestas, pero su mente estaba tan nublada por la confusión y las emociones tumultuosas que le resultaba difícil distinguir la verdad de la ficción. Una parte de ella quería creer en las palabras de N, en su sinceridad y en la conexión especial que compartían. Sin embargo, otra parte no podía evitar sentirse atormentada por la posibilidad de que hubiera algo más detrás de esa escena aparentemente inocente.

Mientras reflexionaba sobre lo sucedido, Uzi se sentía más perdida que nunca. Necesitaba respuestas, claridad, una forma de desentrañar el enigma que la atormentaba. Pero por ahora, todo lo que podía hacer era esperar y confiar en que algún día entendería la verdad detrás de las palabras de N.

La confusión envolvía a Uzi en un torbellino de pensamientos mientras intentaba desentrañar el misterio que rodeaba la relación entre N y Tessa. ¿Acaso había algo más entre ellos? ¿Podría ser que N le estuviera ocultando algo, algo que involucraba a Tessa?

Cada recuerdo, cada mirada compartida entre N y Tessa, parecía adquirir un nuevo significado en la mente de Uzi. Se preguntaba si había pasado por alto señales evidentes, si había ignorado intencionalmente la verdad que se escondía a plena vista.

La idea de que N pudiera tener sentimientos por Tessa le resultaba difícil de aceptar, pero al mismo tiempo, no podía ignorar la posibilidad. Había algo en la forma en que N y Tessa interactuaban, en la complicidad que compartían, que despertaba sus sospechas y encendía una llama de celos en su interior.

Sin embargo, Uzi se esforzaba por mantener la mente abierta y no dejar que la paranoia se apoderara de ella. Sabía que saltar a conclusiones precipitadas solo empeoraría las cosas, así que se prometió a sí misma abordar la situación con calma y racionalidad.

Pero a pesar de sus mejores esfuerzos, la duda seguía acechando en las sombras de su mente, alimentando sus temores y haciendo que se cuestionara todo lo que creía saber sobre N y su relación. En medio de la incertidumbre, solo podía esperar y confiar en que eventualmente encontraría las respuestas que tanto anhelaba.

El sol comenzaba a asomarse en el horizonte, tiñendo el cielo con tonos cálidos y dorados que anunciaban el amanecer. Los primeros rayos de luz se filtraban tímidamente a través de las cortinas entreabiertas, iluminando gradualmente la habitación con su resplandor matutino.

La mañana avanzaba con una calma tensa en el ambiente. Los rayos del sol se filtraban por las cortinas entreabiertas, iluminando la habitación con una luz dorada y cálida. Sin embargo, la atmósfera estaba cargada de emociones encontradas.

Uzi se revolvía en la cama, incapaz de sacarse de la cabeza la escena de la noche anterior. Aunque N y Tessa no estuvieron juntos, la simple presencia de Tessa había despertado sus inseguridades y celos.

Las palabras de N resonaban en su mente una y otra vez: "Tessa, esto no es lo que parece". Pero ¿qué quería decir con eso? ¿Acaso había algo entre él y Tessa que Uzi no conocía?

La confusión y la desconfianza la consumían, oscureciendo su mente con pensamientos negativos y temores infundados. ¿Realmente podía confiar en N? ¿O había algo más que él le estaba ocultando?

Mientras el sol ascendía en el cielo, bañando la habitación con su luz matutina, Uzi luchaba por encontrar respuestas a sus preguntas, sintiendo cómo la sombra de la duda se extendía sobre su relación con N.