Mi pelirrojo favorito ✦ r.w

Parte 2

Conocía a la familia de Ron desde que nos hicimos amigos en la básica. Durante los periodos de clases solía ir a estudiar a su casa, pero luego decidimos que con seis hermanos más, era más conveniente estudiar en mi casa, con menos ruido y distracciones. Sin embargo, para las vacaciones solía visitar el hogar de los Weasley, porque como vivían en el campo, había mucha más entretención y lugares que visitar, y luego comencé a quedarme a dormir allí por un par de días, antes de entrar a clases. Al principio era solo yo, pero pronto se nos unieron Harry y Hermione, lo que lo hacía mucho más entretenido.

Esta vez visitar la casa de Ron sería en un contexto completamente distinto, porque iría como su polola, aunque realmente no me había pedido pololeo aún, pero ya no era solo su amiga, sino que su pareja. Harry ya estaba acostumbrado a eso porque salía con Ginny desde el año anterior, y Molly, la mamá de los chicos, lo había tratado incluso con más cariño que antes, se esmeraba en que se sintiera cómodo y lo quería como a un hijo más. Lo que me asustaba no era que me rechazaran o algo así, pero me sentiría cohibida con la atención de todos puesta en nosotros, en especial la de los gemelos, porque eran los más molestosos.

Como era época de Navidad, solo iría de visita por dos días y después me devolvía a mi casa. Arthur, el papá de Ron, me pasó a buscar al salir del trabajo y nos fuimos hacia su casa en un viaje ameno. Él era muy simpático, aunque todos lo eran en la familia, pero me resultaba cómodo que fuera él quien me recogiera, pues no hizo preguntas incómodas ni nada. Al llegar a la casa, Ron nos estaba esperando. En cuanto me bajé del auto, corrí a sus brazos y lo besé.

–Te extrañé –dije sonriendo.

–Yo también –dijo, y me dio un corto beso en los labios antes de alejarse para saludar a su papá.

Ron tomó mi mochila y entramos tomados de la mano a su casa. Arthur fue a saludar a Molly, que estaba en la cocina, y luego ella vino a saludarme a mí, con tanto afecto como siempre.

–¡Mi niña! ¡Tanto tiempo! –exclamó con emoción, dándome un apretado abrazo–. Ven, pasa. Ron, ve a dejar sus cosas en la pieza de Ginny. Perdón, es que hoy llega Bill con su prometida y me quedo corta con las piezas

–¡Ay! No se preocupe por eso, ya de por sí agradezco que me invitara

–Cómo no, si eres una más de nosotros, por mí encantada de tenerte siempre aquí

La seguí a la cocina mientras que Ron se había ido al segundo piso. Me ofrecí en ayudarle, ya que le faltaban manos para todo lo que debía hacer. Ron se nos unió después y Molly tocó el tema de la universidad. Ella insistía en que Ron tenía que ir de todas maneras, daba igual la carrera que fuera, ya que aún estaba molesta porque Fred y George decidieron no ir y simplemente abrieron un negocio. Por mi parte, quedó encantada con que tuviera las cosas tan claras sobre lo que estudiaría y haría con mi vida.

Al rato llegaron los gemelos, que era lo que más temía porque tal como preví, se esmeraron en hacernos bromas y molestarnos, pero aún así, admitieron que siempre supieron que terminaríamos juntos y que les encantaba como cuñada. Luego aparecieron Harry y Ginny, que habían ido a dar una vuelta, y por fin la atención dejó de centrarse en nosotros.

Bill y Fleur, su prometida, llegaron justo a tiempo para cenar, siendo los últimos en unirse, ya que ni Percy ni Charlie vendrían por temas de trabajo. Debía admitir que cuando era pequeña tuve un enamoramiento por Bill, y es que era el simpático y guapo hermano mayor. Al día de hoy lo seguía siendo, pero ya no me gustaba. Por otro lado, su prometida, Fleur, era una francesa que conoció en el trabajo hace unos dos años atrás. Era demasiado linda, nadie lo podía negar, y por lo mismo, era la causante de mis celos, porque Ron solía admitir abiertamente que era su amor platónico. Ahora me parecía gracioso, porque ya estábamos juntos, pero esperaba que ya no pensara en ella de esa forma si ya estaba conmigo.