Cuéntame

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Otro día, otro miserable día en el infierno, exepto para Lucifer quién esta vez fué el primero en levantarse, él sabía qué Alastor se levantaba muy temprano debido a qué era él quién preparaba el desayuno para todos, y no es porque le disguste lo que él preparé, de hecho adora lo que Alator cocina y lo disfruta bastante, es solo qué ésta vez quería hacerle un favor a su "amigo", aunque tú y yo sabemos que Lucifer lo ve más haya que como a un amigo, de hecho Alastor es su esposo pero aún no lo sabe

Retomando el tema, Lucifer se quitó su pijama de patitos y bajó las escaleras directamente hacia la cocina, últimamente se volvió fanático del trabajo de Alastor, el ciervo a pesar de su actitud tenía un buen gusto musical y a Lucifer le gradaba bastante, así qué en una pequeña radio alado de la estufa puso algo de jazz, una música bastante agradable y relajante para despejar la mente, ahora sabe porqué Alastor la pone en su estación de radio muchas veces (la música)

Comenzó preparando la mezcla para hacer unos cuantos pancakes, planeaba hacerlos en forma de patos, amaba los patos, ¿Lo sabían?, no es cómo si su habitación estuviera repleta de éstos, bueno, al terminar su mezcla la vertió en el sartén dónde apesar de sus esfuerzos para darles buena forma terminaban quedando de todo menos un pato, da igual, el sabor es lo qué importa, aunque de verdad quería sorprender al pecador, quería que supiera que él también es bueno en la cocina, así hizo su mejor esfuerzo y uno que otro pancake tuvo la mínima forma para saber lo qué se supone que era, aún asi trato de concentrase lo más que pudo, claro, toda esa concentración se fué a la mierda cuándo escuchó a alguien entrar en la cocina haciendo que su pancake el cuál tenía ya algo de forma se desmoronara completamente, iba a a mandar a la mierda al cabrón qué se atrevió a interrumpirlo, pero su boca se cerró inmediatamente vió al demonio radio entrando

- ¿Interrumpo algo su Majestad?

- No, no no no, claro que no, es solo qué..... me tomaste por sorpresa jeje

- Ya veo, ¿me podría decir qué hace aquí tan temprano?, la sorpresa me la llevo yo por verlo a usted preparando el desayuno, ¿Cierto?

Esa típica actitud que tenía el pecador era algo molesta, apesar del momento incómodo que tuvieron ambos ayer parecía actuar cómo si nada, si que sabía como ocultar sus emociones, es algo bastante cautivador, pero, es mejor a tener que hablar de lo de ayer, por ahora

- Cierto, decidí qué sería yo quién prepararía el desayuno de hoy

- ¿Y a qué se debe tal modestia Majestad? Usted sabe que es mi deber preparar el desayuno

- Bueno es simple Al, solamente quiero ayudarte hoy y qué tú puedas disfrutar de un desayuno delicioso sin tener esforzarte en nada, tú también debes relajarte ¿Sabes?

- ¿Usted piensa que me esfuerzo?, me halaga su Majestad, en parte tiene razón, pero, ¿Por qué tengo el honor de qué usted me ofrezca tal invitación?

- Vamos Alastor, deja de hacer preguntas y sientate para que te pueda servir el delicioso desayuno que preparé, se que no te agradan las cosas dulces pero me aseguré de que sea una experiencia deliciosa y no empalagosa

- Vaya, si que es es usted muy caballeroso mi estimado, agradezco verdaderamente su servicio, veo que tiene buenos gustos musicales, creí que no los tenía

Se podía ver sus intenciones burlonas del pecador hacia Lucifer, pero no quería volver a comenzar otra absurda pelea, así qué se rió con gracia y le dió la razón al demonio, cosa que lo dejó un tanto sorprendido por aquella reacción

- Me halagas Alastor, aunque a decir verdad no hubiera conocido estas agradable canciones si no fueran por tus transmisiones de radio

- ¿Usted escucha mis transmisiones?

¿Enserio me amas? (APPLERADIO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora