Primeras Impresiones

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Ya es un nuevo día desde que el Rey del infierno aceptó ayudar a su hija con sus planes para la redención, Lucifer decidió quedarse "temporalmente" en el hotel de su hija pero la única habitación vacía para su padre y lo suficientemente grande era una la cuál estaba cerca de la habitación de Alastor, él acepto sin darlr importancia, pero Alastor solamente hizo un mueca de disgusto.

- Bien papá esta es tú nueva habitación!, es la única con suficiente espacio para tí, a dos cuartos se encuentra la habitación de Alastor -dijo mientras señalaba hacia el fondo del pasillo-

- Bueno manzanita gracias por aceptarme aquí, me instalaré en mi habitación, nos vemos luego manzanita, chaito!

- Espera papá -lo tomo del brazo- Necesito que me prometas algo porfavor

- Dime cariño haré lo que desees solo para que estés felíz

- Papá.. Necesito que tú y Alastor se lleven bien, porfavor, se que empezaron mal y eso pero no quiero qué el hotel este lleno de gritos e insultos por parte de ambos, se supone que esté es un lugar donde debe haber paz y convivencia

- Charlie hija yo..., no es mi culpa! Ese imbécil se la pasa burlandose de mí cuando puede! Él empezó -dijo cruzandose de brazos-

- Papá por favor! Hazlo por mi

- (Carajo no le puedo decir no a esa carita) Ahg.. bien char-char, pero si no coopera no prometeré tampoco hacer algo al respecto

- AY GRACIAS PAPÁ! -ambos se abrazaron y se separaron al minuto-

- Ten, esto es algo que le gusta a Alastor, creo que se llamaba yambalaya, dáselo y haber que tal, si papá? No le digas que yo te lo dí

- Claro manzanita

-Genial!, Hasta luego papá nos vemos después! Suerte! -charlie se retiró-

- (Mierda, ahora tendré que hacer esto. Ese demonio es un orgulloso sin vergüenza, Mmh aunque... pensándolo bien.. quizás pueda ver detalladamente a ese pecador bastante reservado; Él tiene algo, mmh algo que no sé...)

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó una puerta cerrarse, carajo estaba tan sumergido en sus pensamientos que el demonio radio paso a lado de él sin darse cuenta

- Que descortés no saludar, bueno supongo que iré yo entonces

Se dirigió a su habitación la cuál tenía una pierta roja bastante llamativa

Tocó una vez

- .......

Tocó otra

- ......

Tocó una última vez sin éxito alguno

Estaba apunto de rendirse y darse la vuelta cuándo se encontró frente al pecador

- Vaya vaya, mire quién tenemos aquí, su majestad a que se debe su visita?

- Primero que nada, saludos Alastor, Segundo, es descortés pasar a mi lado y no saludar, Tercero, también lo es no abrir la puerta después de varios llamados

- Oooh lo lamento su majestad -tono burlón- pero creí entender que usted no quería hablar con este humilde pecador, así que simplemente me dio igual su presencia. Además no entiendo por que está parado frente a mi puerta si tanto me detesta, que? Vino a intimidarme su majestad?

- Bueno está bien, se qué yo también estuve mal pero.. -saca una bolsa- Te quería entregar esto -ofreciendole la bolsa-

- Pero que "amable" su majestad, que desea de mí si se pudiera saber? -dijo arqueando una ceja-

- Mira seré directo, Estoy tratando de de ser amable contigo para que podamos llevarnos bien, Se que no empezamos de la mejor manera pero... -suspiro- estoy dispuesto a cambiar las cosas.

Asi que porfavor acepta esto en forma de paz

-..... Ja. JA, JAA, JAJA! -rió a carcajadas como maniático el venado-

- Oye! que carajos?, ¡¿de qué te ríes?!, estoy intentado ser bueno y tú no pones de tú parte Alastor!

Terminó de reirse

- Lo lamento su majestad solo se me hizo algo miserable que usted quiera ser amable conmigo asi de la nada, algo debe querer y no me doblegaré asi nada más a usted, si es asi lo que quiere, ahora ya digame ¿Qué busca de mi?

- Mierda Alastor! ¡¿Es difícil asimilar qué estoy tratando de llevarme bien contigo?!

- Viniendo del Rey del infierno lo es

- Bien!, tienes razón si es algo raro, bastante lo admito pero de verdad Al solo acepta esto por mi parte si? Te juro que no te vas a arrepentir

El venado lo mira en silencio por unos segundos

- Bien su majestad,aceptaré está bolsa si así se retira de una vez de mi habitación -toma la bolsa- Me despido estimado,
Que tenga una agradable tarde -cerrando la puerta-

- Igualmente Alastor, oh espera -lo detuvo-, Lo siento je.., perooo si quieres puedes visitarme en mi habitación para charlar un rato, digo, si quieres sabes?

- ..................Gracias  -cierra la puerta completamente-

- Bien!, .................Argh! ¡¿Que carajos fué eso Lucifer?! "Ven a mi habitación a charlar si quieres", eso a que vino eso?!, -suspira- qué tonto soy... -dijo mientras se alejo de el lugar-

Por otro lado Alastor estaba tras la puerta escuchando como el Rey se lamentaba por lo que dijo, dando una pequeña risa, vaya que le sorprendió esa repentina acción por parte del otro.

Miro la bolsa que Lucifer le dió y lo abrió lentamente, vaya sorpresa cuando se encontró con uno de los platillos favoritos que le preparaba su madre cuándo era niño, una leve sonria se poso en sus labios por la acción del Rey.

- Tonto Lucifer

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¿Enserio me amas? (APPLERADIO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora