·03·

229 29 6
                                    

Gavi-

—¿Estáis todos? — Pregunto Ansu.

—No, no parad — Hablo Lamine.

—¿Que buscáis? — Pregunto Pau, quien veíamos a Lamine que buscaba algo desesperadamente.

—Un collar, me lo ha dado mi tía — Suspiro al encontrar el collar.

—Venga, vamos — Salió Ansu de la cabaña, seguido de nosotros.

Los cuatro teníamos una linterna para alumbrar la noche, mientras íbamos a la cabaña, que no estaba tan lejos. Contábamos algunas anécdotas que nos pasaron.

—¿Escuchasteis eso? — Pregunto Lamine, alumbrando a todos lados, asustando a los tres que íbamos con el.

—¿Que cosa? — Pau se escondió atrás de Ansu, a lo que yo también hice.

—Shh, silencio —Nos quedamos todos callados, tratando de escuchar algo.

Nosotros tres miramos para un lado, hasta que sentí una mano en mi espalda, me quedé quieto y por un momento deje de respirar.

—Alguien me está tocando la espalda… — Murmuré.

—¿Que? — Me miro Ansu.

—Siento algo en mi espalda — Nos miramos los tres con miedo, hasta que deje de sentir la mano en mi espalda, me gire le tamente para ver, pero no había nadie.

Hasta que Lamine hace un grito detrás nuestro, haciendo que nos asustemos los tres.

—¡Me cago en tu puta madre, niño! — Hablo Ansu con una mano en el pecho, mientras que Lamine se reía.

—Vete a tomar por culo — Hable, caminando con Pau, quien por poco se desmayaba.

—Venga, es un campamento y siempre deben de haber bromas — Hablo Lamine caminando detrás nuestros, aún riéndose.

Seguimos hablando hasta que llegamos a la cabaña, quedamos en acuerdo a qué hora nos veríamos y en dónde.

Por lo que cuando entramos, Pau y Lamine se fueron con su grupo, en cambio yo y Ansu nos quedamos en un lugar, viendo todo.

—Ire por unas bebidas, tu quédate aquí — Hablo Ansu, Yo asentí y el se fue a por las bebidas.

Pasaron unos minutos y aún no venía Ansu, me preocupe, pero no me moví, hasta que alguien me tocó el hombro.

—Aqui estás — Reconocí su voz. —Te estaba buscando, pensé que no habías venido — Sonrió Pedro.

Le sonreí. —Vine porque no quería quedarme solo, no me gustan tanto las fiestas —

—¿Queréis salir? — Pensé un poco en que decir, no quería salir, pero tampoco quería rechazarle.

—Si, vamos — Mentí, me agarró de la mano y salimos afuera.

No nos fuimos tan lejos de la cabaña, nos sentamos en el suelo, empecé a mirar las estrellas que se iluminaban en la noche.

—¿Miras siempre las estrellas? — Rompió el silencio Pedro.

—A veces, no siempre tengo tiempo —

—¿Eres nuevo en el campamento, verdad? —

—Si, ¿Y tú? — Respondí, mirándolo.

—Igual, me trajeron aquí, solo porque cada noche salía de fiesta, pero dentro de todo, tenia buenas calificaciones — Comentó Pedro.

—A mi lo opuesto, yo no salgo de fiesta, me gusta más estar en casa, pero tuve malas calificaciones y bueno… Algunas peleas — Pedro se rió.

In another lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora