ᴘᴀʀᴛᴇ ❺

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Ha pasado una semana y Jimin sabe que lo están ignorando, lo sabe porque conoce muy bien la situación. Haber sufrido lo suficiente como para saber cuando una persona no quiere tener nada que ver contigo. Por lo tanto, no fue inesperado cuando Jeongguk no responde a sus mensajes o cuando intenta pasar menos tiempo en el apartamento compartido con Taehyung y ya no aparece en la piscina.

Pero el hecho de que esté acostumbrado no significa que el rechazo en su cara no le duela.

Jimin no puede dejar de pensar si hay algo malo en él, ¿qué le falta que no atrae lo suficiente como para que la gente quiera quedarse? ¿Tal vez podría llamar la atención de Jungkook si se pareciera más a Taehyung?

Jimin siempre termina queriendo algo que no puede tener. Un triángulo no cabe en lugar de un cuadrado, por mucho que intente moldearse.

Comienza a caer nuevamente en el camino de las dudas y decide que mejor se concentra en los papeles que necesita entregar, en caso de colapsos, se concentra en otra cosa, piensa haciendo sonar las alarmas en su mente que ahogan el rastro destructivo, sus pensamientos. Así que ahí está ahora, en su día libre, en la biblioteca de la universidad, prácticamente vacía, porque la gente sólo estudia con la presión de la desesperación que trae la cortesía de último momento.

Se concentra en resaltar las partes más importantes de la investigación e intenta resumirlas por temas en sus flash cards, pero el repaso de microbiología le trae dolores de cabeza y dudas, intenta contactar a un compañero para aclarar dudas pero nota que el teléfono no está funcionando. Sin batería, se queja internamente por no haber pausado la música.

Jimin logra terminar gran parte de sus asuntos y decide que es hora de regresar a casa. Organiza sus cosas en sus respectivos lugares, cierra el bolso y se pone su abrigo. Cuando sale de la biblioteca se da cuenta de que la botella de agua está vacía y que el dispensador de agua más cercano está en el edificio económico. Es una caminata rápida, ve el bebedero y pone su botella bajo el grifo cuando escucha una risa. La risa de Jeongguk, Jimin mira en la dirección del sonido y observa al otro charlar animadamente con un chico igualmente alto y mostrando algo en su cámara.

Parece que lo mira fijamente durante mucho tiempo porque no es la primera vez que Jeongguk lo atrapa, y Jimin intenta no encogerse cuando descubre que esto se ha convertido en un hábito poco saludable. Esta vez Jimin es el primero en apartar la mirada, coloca la tapa de la botella en su lugar y camina hacia la parada del autobús, todo el estrés que ha estado tratando de ocultar sale a la superficie y puede sentir el cansancio en sus huesos. En cierto modo espera que el chico más joven vaya tras él, pero Jimin sabe que no es así.

Pensó que ya debería estar acostumbrado al sentimiento de rechazo, pero el golpe siempre es más fuerte de lo esperado.

Espera unos minutos a que llegue el autobús y se sienta en una ventana de la última fila de asientos. Jimin intenta desplegar los auriculares que estaban en su bolsillo, pero no importa cuántos nudos se deshagan, los auriculares empeoran aún más. Jimin parece ser excelente en eso, tratando de arreglar las cosas con las mejores intenciones pero al final solo empeora las cosas.

Hace una señal, se baja del autobús y camina hacia el complejo de apartamentos. Está a punto de abrir la puerta de su casa cuando Sungjae aparece en el pasillo con un paquete de lo que parece ser cerveza en la mano y una botella de vodka. "Oh Jiminie, ¿no vienes?" Pregunta con las cejas levantadas.

"¿A donde?" Jimin pregunta confundido.

"Namjoon hyung va a dar una fiesta hoy, envió un mensaje de texto a todos, ¿no lo recibiste?" Sungjae aclara. Jimin piensa por un segundo, antes de explicar que estaba estudiando en la biblioteca y el teléfono se quedó sin batería. Cuando Sungjae vuelve a preguntar si irá a la fiesta, él responde que lo pensará primero, alejándose del otro chico.

𝗢𝗰𝗲𝗮𝗻 𝗘𝘆𝗲𝘀 ⇌ KookminWhere stories live. Discover now