Two

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Yamaguchi había estado algo ido de si, durante la práctica. Todo y lo único que había en su cabeza eran en relación a la dichosa carta que había guardado en su bolso.

"¡Cuidado!" Escucho un grito de alerta sobre el balón que se dirigía con furia hacia el estrellándose con su cara para dejarlo tendido en el piso.

Bueno ya era tarde para esquivar el tiro.

Pronto se acercaron varios de sus compañeros para saber de su condición. Daichi lo ayudo a levantarse y con la ayuda de Hinata y Kageyama lo sentaron en la banca de descanso mientras ambos pedían disculpas al mismo tiempo.

Seguro fue culpa de ambos.

"No se preocupen estoy bien, solo algo mareado" dijo para calmar a los otros dos que se disculparon un rato más hasta ser espantados por Suga para que vuelvan a sus actividades, mientras el permanecía en descanso mirando a sus compañeros jugar.

Pronto la pequeña rubia, Yachi, se acercó con una bolsa de hielo para tratar de calmar el dolor de su cabeza.

"Gracias" agradeció a la chica mientras un poco nerviosa dijo que no era nada, sentándose ambos en silencio antes de que el mismo lo rompiera.

"¿Alguna vez se te han declarado?" Solto la pregunta causando nerviosismo en ella con cierto sonrojo ante la pregunta.

"¡¿Qué?!"

"Perdon no era mi intención molestarte con mi pregunta"

"No es molestia, en lo absoluto, de verdad" movió sus manos algo frenética a tes de responderle " no, de hecho no lo han hecho"

"Ha entiendo"

Permanecieron en un silencio antes que nuevamente uno de ellos hablara, esta vez Yachi.

"¿Y a ti? ¿Si se te han declarado?"

"Si, al parecer si" dijo antes de soltar un suspiro pesado y continuar "¿por qué crees que lo hayan hecho?"

"¿Eh?"

"¿Por qué se me declararian? Habiendo tantas personas mas habilidosos, guapas o mejores en algún aspecto ¿por que yo? ¿Por qué escogerme a mí?" Se preguntó en voz alta suficientemente sólo para que la chica escuche.

Pues a pesar de su aparente alegría por recibir aquella carta, las preguntas dichas por su boca eran las mismas que rondaban en su cabeza desde un buen rato.

No tenía sentido, no tenía lógica. Por qué alguien, quien sea que haya escrito aquello decidió profesarle el sentimiento a el ¿Porqué? Cada vez, más y más se hundía en ese bucle de preguntas sin respuesta hasta que escucho como nuevamente su acompañante hablaba.

"Yo... no lo se..." respondió ella, que por un instante había puesto sus esperanzas en que por fin las dudas sean resueltas por ella, volvió a soltar otro suspiro antes de volver a oírla
"no sabría decirte por que no soy esa persona" terminó ella antes de voltear a ver la cara del peliverde que parecía haberse perdido ante lo que había dicho.

"Yamaguchi, yo no se por que alguien se te ha declarado por que yo no soy esa persona, no soy la que tiene esa respuesta" dijo mirándolo fijamente a lso ojos.

"Si ya lo se graci-"

"Pero, eso no significa que no seas especial para alguien Yamaguchi, si se te declaró o no siempre hay alguien que cree que eres especial, aunque no lo creas"

"Pero-"

"Y aunque pienses que no tienes nada resaltante o que te diferencie aparentemente de otros, siempre habrá algo que te haga destacar del resto, si puede que no seas una estrella en el voley como Asahi, saltes tan alto como Hinata o seas tan sabio como Suga, pero  tu tambien tienes algo único y las personas que te rodean pueden verlo, pero me sorprende que tu no lo veas Yamaguchi" le dijo suavemente mientras ponía una de sus manos en su hombro como apoyo.

"¿Tengo algo especial?"

"Si, si lo tienes, todos lo tenemos a decir verdad y esa es la belleza de la vida por que al ser cada uno diferente podemos decidir las cosas que nos gustan hacer y vivir así una vida plena, no una igual a las de otras personas sino una completamente distinta de otra no importa si sea bueno o malo"

Al oír eso un astibo de esperanza empezó a crecer en su pecho un sentimiento de alegría que calentaba su corazón y diluia las preguntas en su cabeza dejando solo una que escapo por su boca "Pero ¿que es?" Pregunto ansioso por oír la respuesta.

"Bueno, eso depende de la opinión de cada uno, pero si quieres saber que es lo que realmente te hace diferente deberías preguntárselo a alguien más"
Dijo concluyendo.

Y ese alguien más es la autora de aquella carta. Se dijo mentalmente.

Agradeció a la rubia quien gustosa le dijo que no dudará en hablar con ella si volvía a tener una duda sobre algún problema.

Pues despuea de todo así era Yachi, una jovencita dulce que hacía lo posible por ayudar a los demás en lo que podía y lo había ayudado a él.

Eso era lo que la hacia especial.

Ambos jóvenes quedaron sentados en un tranquilo silencio mientras veían como transcurría el partido de práctica entre compañeros.

Ahora con las ideas más claras y una respuesta hacia la inquietud de la carta.

Él iría a ver a la chica que había escrito aquella carta.

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