Pov Alexa
Salí realmente emocionada de la oficina de el señor Damien.
Habia conseguido el trabajo, y aún no lo podía creer.
Después de salir del ascensor vi discretamente hacia la recepción y la antipática recepcionista no estaba en su puesto, es más parecía estar literalmente vacío su espacio de trabajo.
Decidí caminar a casa, el clima estaba fresco y no tenía para el bus, así que emprendí camino a la casa sin ningún problema.
La caminata me ayudó a pensar mucho y empezar a creer que aceptar el trabajo fue la mejor decisión que pude haber tomado, es lo mejor para mi.
Al llegar tomé una ducha y me coloqué lo primero que encontré un short de licra ajustado y una camisa que me llegaba a la mitad del muslo.
Empecé a vaciar mi armario, en cual no había mucha ropa, luego los objetos del baño y así terminé con los libros.
Estaba totalmente lista para empezar con esta nueva etapa en mi vida.
Era casi media noche y por fin había acabado, todo estaba recogido en tres maletas grandes y lo demás eran cosas que pensaba tirar.
Vi mi pequeño departamento, lleno de sueños rotos, desgracia y mucha tristeza, tenía pensado jamás volver.
Me acosté y miré el techo, muchas cosas rondan en mi cabeza.
Jamás me imaginé que conocería a alguien con tanto poder y dinero como él señor Damien, mucho menos que luego me mandara a buscar para ofrecerme un empleo.
Un empleo con normas poco éticas sin duda, sin embargo el dinero me ayudará a salir de muchos problemas en realidad, además de resultarme útil el hecho de que pudiera vivir allí.
Pero me preocupa dormir bajo el mismo techo que aquel hombre tan intimidante.
Nunca me había gustado admitir que soy enana, pero el señor Damien que era tan alto apenas y le llegaba a medio pecho. Además de sus tatuajes en el cuello y manos lo hacían lucir aún más intimidante.
***
Me quedé dormida, de nuevo.
Corrí al baño a darme una ducha, me vestí lo más sencilla posible que pude, un pantalón acampado gris plomo, un top blanco y unos zapatos deportivos blancos.
Me senté en el suelo con uno de mis libros favoritos, el único que dejé afuera de la maleta en realidad, para seguir leyendo.
Estuve como dos horas leyendo y sentí que tocaron la puerta.
— Buenos días Alexa —
— Hola Esteban ¿Como estás? — me sentía un poco mal, en el fondo de mi corazón me entristeció que el señor Damien no allá venido. Pero entendía que tiene cosas más importantes que hacer.
Esteban tomó mis maletas y las puso en maletero de la camioneta.
Durante el trayecto a la casa del señor Salvatore, solo leí el libro sobre mis piernas y aveces levantaba la vista para ver por la ventana.
— Alexa —
— ¿Si? —
— Ya casi llegamos —
Veo por la ventana y nos acercamos a una gran casa, buenos bien es una gran mansión.
Abro mis ojos como platos, no pensaba que fuera tan grande la casa.
Me ayudaron a bajar mis cosas.
Por dentro todo era más bonito que por fuera, la decoración era minimalista, el blanco, gris claro, azul claro y detalle verdes y negros.
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My Little Warrior ( Mi Pequeña Guerrera )
CasualeAlexa no está acostumbrada a tener mucho lujo sin embargo es una chica fuerte y trabajadora, le encanta ganarse sus propias cosas sin ayuda de nadie. Por otro lado Damiem está desesperado por conseguir a alguien, la organización y su familia le exig...