Capítulo 2.

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Hoseok tenía una expresión de pocos amigos al ver la fachada del sitio a donde lo había traído el Alfa.

Era un bar un poco alejado del centro de la ciudad, siendo uno de los lugares que toda su vida se había prometido nunca pisar, pero esa era la excepción, pues ni siquiera se le había mencionado a donde irían.

Su cara bastaba para demostrar que no le agradaba tanto lo que observaba, las personas que estaban pasando su noche tranquila miraron a su dirección, no era común que un omega de clase alta visitara esos lugares.

—¿Vienes? —pregunta desde la entrada del sitio.

Muy poco convencido empezó a caminar a su dirección, el mayor abrió la puerta para que pasara.

—El ambiente es agradable en este lugar —contó mientras ingresaban.

—Sí, ya lo creo… —dijo aun viendo mal el sitio.

—No sabes fingir tus expresiones —comentó mientras se adentraba —. Sé que preferirías ir a un club nocturno lujoso.

—¿Entonces por qué no me llevaste ahí? —se detuvo para verlo.

—Así que es cierto, no te gusta este lugar.

—Bueno… no, pero… —el chillido de una rata interrumpió lo que estaba por decir, habiendo que soltara un grito y se refugiara detrás de Yoongi —¡¿Cómo pudiste traerme a un sitio como este?!

—Seok… —dijo estático —. Hoseok.

—¡Sácame de aquí!

—Hoseok

—¿Sí?

—El chillido de rata viene del vídeo musical que se está reproduciendo ahora —señala la pequeña televisión, el omega se asoma sobre el hombro del otro y se da cuenta de que tenía razón —Ya puedes dejar de abrazarme —giró su cabeza para ver al menor, ambos se vieron por unos segundos y después Hoseok dejó de abrazarlo.

El Alfa tomó la muñeca ajena y se acercó a la barra donde estaba atendiendo una beta, era una mujer alta, de piel bronceada de mediana edad, aunque en su cabello se resaltan algunas canas, su vestimenta parecía occidental y su expresión intimidante.

—¿Qué les puedo servir, jóvenes? —preguntó cambiando el rostro, ahora se veía más amable.

—Una cerveza para mí y para él un Martini. —Hoseok volteó a verlo sorprendido por la elección que hizo por él.

—¿Cómo sabías qué iba a pedir eso?

—Porque es lo más refinado que encontrarás aquí. —lo volteo a ver y el menor solo pudo soltar un sonido de sorpresa.

—Aunque hayan pasado los años, parece que me sigues conociendo tan bien…

—Fuiste mi mejor amigo durante la secundaria y preparatoria, por supuesto que te conozco muy bien.

Hoseok sonrió en sus adentros cuando escuchó eso, con ayuda del mayor se sentó sobre el taburete de madera y antes de reposar sus manos sobre la barra carraspeó su garganta.

—Límpialo —pidió casi ordenándole.

—¿Por?

—Porque está sucio… límpialo —repitió.

El Alfa solo pudo suspirar y tomar una servilleta para pasarla sobre la barra, ahí finalmente reposó su bolso y manos.

—¿Qué ha sido de tu vida? —pregunta mientras seguía juzgando el lugar —. ¿Fuiste al servicio militar?

—No, aún no voy… pero pienso alistarme dentro de un año o en algunos meses.

—Aquí están sus bebidas.

Justicia - YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora