Justicia - Yoonseok

Capítulo 1.

El matrimonio Kim era el matrimonio perfecto ante los ojos de los demás. Se había llevado a cabo hace cinco años, donde una pareja joven que se suponía estaba enamorada había decidido casarse, su relación hasta antes de la boda había sido un sueño.

Jung Hoseok venía de una buena familia, había sido los ojos de su padre debido a su carácter fuerte, al menos fue así hasta que decidió casarse con su amor de universidad, Kim Taehyung.

La noche de bodas tuvieron sexo descontrolado, siendo la primera vez para ambos, pues al venir de familias de la alta sociedad seguían la tradición de mantenerse «vírgenes» hasta contraer matrimonio.

Hoseok se sintió un poco incómodo en su luna de miel al momento de hacerlo por primera vez, es decir, nunca había escuchado algo concreto sobre las relaciones sexuales más que de tener abstinencia, y era alguien ocupado para investigar sobre su cuenta. Contando también que no había estado interesado en esas cosas, pues nunca había tenido un novio y creía que era una perdida de tiempo.

Después de oír el discurso de su esposo logró ser convencido en tener sexo, aquel Alfa le vendió el sueño de formar una familia juntos e irse del país a tener una vida tranquila.

Hasta el día actual el pelinegro no pudo gestar ningún hijo en su vientre, esto le hizo creer que el mayor empezó a ser frío y cortante con él por no tener suerte, después de todo era su trabajo como el omega, al menos era lo que Kim gritaba antes de irse de casa tras sus discusiones.

Él no negaría que vivía cómodamente, pero siempre se mantenía sólo en la mansión que su padre les había comprado. Su marido se encargó de alejar a sus amistades de él por ser “tóxicas”.

Esa noche irían a una fiesta de gala como pareja, era de esas veces en las que podía ir a divertirse un poco, pero no sabía que todo se terminaría arruinando, al menos una parte.

Hubo un momento donde Taehyung se alejó de su esposo para ir a conversar con otras personas, dejando que sea comido vivo por las omegas que lo rodeaban y que se encargan de esparcir sus rumores.

Aquellas mujeres hablaban de Hoseok sin temer que podía escucharlas, sabían que no les haría nada, pues ni siquiera le ponía un alto a su propio esposo, o era lo que creían.

Era común que los rumores volaran, no importaba cuan enamorados aparentan estar, la mayoría conocía sobre lo que decían del Alfa y del pobre omega, era difícil esconderlo cuando más de alguna había sido amante de Taehyung.

—Qué sorpresa encontrarlo aquí, no pensé que tendría el valor de pisar este salón después de todo lo que dicen de usted… —era una mujer beta de unos cuantos años más joven que él, sonreía burlona mientras le hablaba.

—Las malas lenguas envidiosas siempre encuentran una manera de meterme en su tema de conversación, es normal que quieran hablar mal de mí cuando no pueden ni ser un poco de lo que soy —dijo sosteniendo su copa de vino, movió ligeramente el recipiente y bebió un poco, la mujer solo pudo soltar una carcajada, no esperaba que tuviera el valor de responder así.

Las otras personas presentes se sorprendieron un poco, aunque seguía siendo una respuesta muy suave a lo que lo habían escuchado decir antes.

—¿Por qué alguien quisiera ser como usted? —pregunta burlona, su mano sube hasta el collar de diamantes que colgaba de su cuello, jugaba un poco con él mientras veía de pies a cabeza al pelinegro —. Parece que no se ha visto en el espejo… tal vez es por eso que no se ha dado cuenta de cómo se mira realmente.

Hoseok borró un poco su sonrisa, veía a la beta frente suya con un vestido pegado a su cuerpo el cual la ayudaba a resaltar su figura, el cabello recogido hacía ver mejor sus hombros y clavícula, por otro lado, su maquillaje la hacía ver hermosa, sobre todo esos labios rojos que parecían que iban a devorar a algún Alfa después de la fiesta.