Capítulo 10

1K 180 119
                                    

— ¿Estás seguro de querer construir una glorieta? Sabes que la anterior duquesa era un poco quisquillosa con su jardín

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Estás seguro de querer construir una glorieta? Sabes que la anterior duquesa era un poco quisquillosa con su jardín.

Jongho no dejó de prestarle atención al jardín, simplemente observando a los hombres que contrató comenzar a construir. Habían pasado unas horas desde que llegaron y prefirió venir por su cuenta para verificar todo, aunque no esperaba que el metiche de su primo le siguiera.

—Estoy seguro. Ella ya no está aquí para opinar sobre el jardín, que por cierto, dejó de ser suyo desde que me cedieron el título del ducado. —Jongho no se molestó en mirar hacia su costado mientras hablaba, consciente de que San estaba mirándole, esperando por algo más. Finalmente, suspiró—: Yeosang lo quería.

Su primo alzó las cejas.

— ¿Él te lo pidió? No se ve como alguien que acostumbre a pedir cosas.

—No lo hizo, fue indirecto.

— ¿Qué?

—Pintó el jardín hace algunos días, en la pintura agregó una glorieta y pensé que se veía lindo. Cuando le pregunté, Yeosang insistió que no lo quería y que solo lo hizo de casualidad, pero parecía que mentía y solo intentaba ser modesto, así que pedí que construyeran una. —Jongho apretó una sonrisa entre sus labios mientras recordaba la anécdota. Su esposo se veía demasiado abrumado cada vez que quería rodearlo de lujos, y para ese punto se le hacía divertido verlo tartamudear mientras decía que no necesitaba nada en lo absoluto.

Era adorable, sí. Aunque una parte de él seguía sintiéndose incomoda cada vez que Yeosang actuaba de esa manera, era llamativo que reaccionara tan a la defensiva cuando quería darle algo, como si no mereciera nada en lo absoluto.

¿Vivió toda su vida así? Sí se sentía insuficiente para recibir simples cosas materiales, debía ser mucho peor cuando se tratara de recibir afecto.

Jongho todavía no encontraba la manera de expresarle lo que sentía sin abrumarlo. Por ahora se contentaba con darle pequeños obsequios por aquí y por allá, asegurándose que se sintiera merecedor de eso y más.

La glorieta sería la cosa más grande hasta el momento. Jongho pidió que la diseñaran justo como Yeosang la pintó y Seonghwa se encargó de encontrar a la gente correcta para construirla. Los hombres habían llegado durante la mañana y ya estaban preparando los materiales para construir, era cuestión de tiempo para que su esposo preguntara por el escandalo que debía visualizar desde su habitación.

San le dio una palmada en el hombro, sacándolo de sus pensamientos.

—Me alegro de que trates bien a tu omega, me haces sentir orgulloso. —San le habló con dulzura, pero luego sonrió con sorna y Jongho supo que alguna tontería saldría de su boca—: Si no lo tratabas bien hubiera pedido que me lo entregaras a mí.

—Quítame las manos de encima y recuérdame por qué sigues aquí. Estoy seguro de que pudiste volver a casa desde hace mucho, pero preferiste acaparar una de las habitaciones para ti.

• Enamórate de Mí • [JongSang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora