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El corazón de Haerin estaba tan acelerado que le mareaba. Pasó sus manos sudadas sobre su ropa y al tragar se dio cuenta de que tenía la garganta completamente seca. Sus ojos inquietos parecían querer ver a cada persona en su al rededor, pero en realidad es que no quería ver a nadie. Su tormenta era tan grande que parecía ser capas de destruir planetas enteros.

Cerró los ojos con fuerza y respiró hondo. Un consejo que le dio su psicóloga cuando sintiera que se iba a ahogar, pero Haerin no sentía eso, sentía que su propia mente la estaba destruyendo y su peor pensamiento era:

"Estás exagerando" con la viva voz de su padre. 

Abrió los ojos y aun con la tormenta rodeándola siguió caminando, quedarse quieta iba a llamar mucho la atención. Bajó la mirada y apretó con fuerza las tiras de su mochila. Sentía que todas la miraba ¿Se había puesto la ropa adecuada? ¿Su pelo estaba bien? ¿Tendrá alguna mancha? ¿Será el lugar? Siguió caminando y sin levantar la mirada, entró al salón de su primera clase de la universidad. 

No se sentó al final, la gente que habla mucho solían sentarse ahí, lo aprendió de Hanni y Hyein. Tampoco se sentó al frente, ya que los profesores solían hablarles. El mejor puesto era el de al medio y pegada a la pared.

Pensó en eso desde que recibió la carta que había sido acepta en la universidad.

—¡Kang Haerin!—cerró los ojos con fuerza al escuchar a Hyein y no los abrió a pesar de sentir que se sentó a su lado y luego que la abrazaba.

Una parte de ella estaba muy feliz de que alguien que conocía estudiaría lo mismo que ella, eso ahorraría muchos temas. Hyein ya la conocia y ya sabe que le aterra conocer gente y pensaba que le podía ayudar con la gente que quisiera ser su amiga. Por otra parte, le aterraba que Hyein compartiera clases con ella. Hablaba mucho, llamaba mucho la atención y nunca pensaba lo que decía. Hubiese preferido a Hanni.

Respiró hondo y sintió que Hyein acariciaba su espalda y susurraba un perdón. Haerin se sentía estúpida, estaba actuando mucho peor que el primer día del colegio donde se graduó y eso que creía que estaba mejorando por las sesiones con su psicóloga ¡Ya hasta había dejado de tartamudear! No solo con la gente que conocía, también al comprar.

¿Cómo podría decir que ha mejorado si ahora parecía que estaba teniendo un ataque de pánico? Negó con la cabeza. No debió de ir a la universidad, debió de tomarse un tiempo para mejorar un poco más. Comenzó a negarse a llorar, era muy grande para llorar un primer día.

—Hey—susurró Hyein, tocándole con el dedo la mejilla—Danielle me dijo que te comprara esto—Haerin abrió los ojos y sonrió al ver que tenía una bolsa de gomitas.

—Gracias.

—Me llamó porque estaba preocupada de que no le respondieras los mensajes—Haerin sacó su celular de su bolsillo y sus mejillas se sonrojaron cuando leyó los mensajes de aliento de Danielle—el profesor ya llegó.

Mientras masticaba la gomita ácida, sacó sus cosas de su mochila y no apartó su vista del profesor hasta que abrió el cuaderno y comenzó a anotar todo lo que decía. No importaba si era algo inútil o que no tenga que ver con la materia. Los profesores no preguntan si ven que están anotando y afirmando con la cabeza.

Haerin no tardó mucho en decidir que era lo que quería estudiar. No podía estudiar cine, ya que eso era demasiado social, tampoco teatro, audiovisual ni comunicaciones. Todos por razones distintas. Es por eso que se decidió estudiar publicidad, si no lograba superar la fobia social, podría trabajar administrando redes sociales o creando páginas webs. Si es que lograba mejorar, podía luego estudiar directamente cine y ambos conocimientos le podría ser útil.

Attention [Daerin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora