Attention [Daerin]

V

Minji frunció levemente el ceño mientras miraba y escuchaba a Danielle contar una idiotez que hizo Kazuha en clases. No conocía mucho a su mejor amiga de la infancia, pero notaba algo distinto, pero no nuevo. Se sentía como en el colegio. Danielle siempre tenía esa sonrisa contagiosa que alegraba la vida de todos, sin embargo, no era la primera vez que notaba que le costaba mantenerla. 

Cuando se fue del colegio no les contó mucho de lo que pasó. Tan solo les envió un mensaje contando de que iba a comenzar a vivir con su madre al otro lado de la ciudad. Fue un mensaje corto y sin pistas. No obstante, Minji no era una estúpida como Felix. Había notado en ese tiempo como el comportamiento de su amiga fue cambiando con lentitud, el cómo comenzaba a rechazar el contacto físico de Felix, el cómo sus notas bajaban y lo triste que se veía cuando no notaba que la estaban mirando.

Al principio pensó que algo pequeño estaba pasando, tal vez la idea de qué sabía que las iba a dejar por su madre, pero no explicaba la razón por la que estaba volviendo a pasar, estaba volviendo a ocupar ropa que ocultaba todo su cuerpo ¿Iba a terminar con su pareja? No, eso era lo menos probable, con lo que contaba ella y Hanni, eran una pareja muy estable.

—¿Pasa algo?—le preguntó Hanni cuando se quedó viendo como Danielle se alejaba de ellas para irse a su casa. 

—¿Sabes si le pasó algo malo a Dani?—preguntó y miró a Hanni. 

—¿Por qué preguntas?—la mayor miró a Danielle con curiosidad.  Se encontraba caminando con la mirada en el piso y agarrando con fuerza las tiras de la mochila. Su máscara se había ido completamente—. Tal vez solo sea una recaída. 

—¿Qué le pasó? 

Hanni dudó en contarle. Sabía que antes de todo, ellas eran muy cercanas. También era consciente de que si no fuese porque el padre de Danielle fue en persona al colegio, no sabría nada del tema. Aunque esa chica hablara hasta por los codos, era muy buena ocultando cosas de sus seres queridos. Por lo entrometida que era Hyein, sabían un poco más del tema, pero no todo.

—Su padre le pegaba—le confesó, confiando de que Minji era alguien de confianza de Danielle. Ella misma entró corriendo a su salón de periodismo para saludar a su antigua amiga, dejando a Hanni confundida a su lado. 

—Oh...

Comenzó a sentirse culpable por no haber notado algo en su amiga. Estaba sufriendo mientras le mostraba una sonrisa que ella siempre pensó que era pura. Soltó un largo suspiro y analizó un poco la situación. No era una recaída, claro que no, ¿Eso la llegaba a volver a usar ese tipo de ropa? Cuando la volvió a ver en la universidad, era como esa chica que conoció. 

—Tenemos que hacer algo—dijo tiempo después y miró a Hanni—¿Y si ese hombre vuelve? 

—¿Su padre?—interrumpió Kazuha que acababa de salir de la universidad para arreglar unos temas. Ambas la miraron ¿Cómo es que lo sabía?—. Vino la semana pasada y un par de veces más. Sunoo dijo que tiene la mano dura, ya que le pegó. 

—¿¡Y porque no dijeron algo!?—exclamó Hanni. 

—Danielle nos rogó a que no lo dijéramos, nosotros aceptamos siempre y cuando siempre estuviéramos cerca cuando lo viera. 

—Son unos idiotas—murmullo Minji. 

—Ese hombre la llevó al hospital—soltó Hanni—. Hay que hacer algo para sacarlo de su vida, otra vez—miró hacia arriba y negó con la cabeza—. El ataque de Haerin no creo que vuelva a funcionar—murmulló para sí misma y luego miró a Minji—creemos un plan de ataque. 

—Eres muy pequeña para eso—dijo Minji con una sonrisa y luego apoyó su brazo en los hombros de Hanni— ¿Qué tienes en mente? 

Hanni miró a Minji a los ojos, sintiéndose un poco intimidada por su confianza. Con esa sonrisa se veía genial. Con sus mejillas sonrojadas dejó de mirarla para observar a Kazuha que se balanceaba sobre sus pies, esperando un momento para irse de ahí, sentía que estaba interrumpiendo algo. 

—La verdad es que soy nueva en eso de pensar sola—Minji la miró extrañada—. Siempre usaba mis neuronas con Hyein, mi mejor amiga.

—Eso explica el porqué no sabes ni tomar apuntes—se burló Minji y comenzaron a caminar—. Ven a mi casa y te enseño a usar tu cerebro mientras creamos un plan para salvar a Danielle. 

—Eso sería fantástico—dijo Hanni con emoción—. Independizarse de Hyein—dijo extendiendo sus brazos—¿Cómo lo harás? Déjame advertirte que no sé ni pedir comida sola. 

—De verdad tus neuronas no funcionan—susurró Minji, arrepentida de sus movimientos.