Final

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Narración normal:

En el cuarto de la pequeña bebé se encontraba una silueta alta parada en frente de la cuna.

No había ruido más que el golpeteo del viento en la ventana y un pequeño balbuceo.

-ya, ya... Están cansados, así que no los tienes que molestar -una voz profunda y extrañamente amable consolaba el pequeño llanto de Rumi -sabia que ibas a ser una niña muy bonita pero nunca imaginé que también serías desastrosa

-Yuu ¿Estás aquí? -un adormilado Megumi entro al cuarto de su bebé

-lo siento Megu pero el está dormido

-oh, eres tú... Dámela yo la puedo dormir

-jamas le haría algo malo, además ya está dormida -le muestra a la pequeña en brazos -es tan linda como tú, sabes si solo me pudieras dar un hijo a mi–

-NO... Viste que paso con Rumi, si de verdad hubiera sido tu hija la matan a ella y a nosotros–

-ya lo se, solo bromeaba, jamás los expondría -confeso dejando a la pequeña en su cuna -Ya vete a dormir, debes estar agotado, este idiota te deja todo el día solo con la niña

-Megumi asiente con la cabeza -ven a acostarte también, el cuerpo de Yuuji necesita descansar

Con el paso de tiempo lograron amenazar a los viejos con no volver a acercarse a Megumi y a la niña.

Con el clan Senin fue más complicado convencer de dejar en paz a la niña, pero con mucha persistencia y una que otra amenaza lo consiguieron.

No era posible que solo Itadori fuera a misiones por los que las veces en las que el pelinegro tenía que salir a misiones era Suguru quien cuidaba a Rumi.

-regresamos -un cansado Yuuji hablo mientras entraban a su pequeño departamento

-¡PAPA! -la pequeña de cabellos negros con pasos torpes corrió para recibir a sus padres

-¡Princesa! -una boca en la mejilla del pelirosa la saludo mientras la cargaban

-hola Sukuna

-bienvenidos -saludo Suguru saliendo de la cocina - Rumi y yo les hicimos la cena

-muchas gracias... no te hubieras molestado Suguru - Megumi le agradeció

-para nada, vienen cansados y Rumi me pidió favor de ayudarle

-¿Enserio? -le pregunto a Yuuji a su hija aún en brazos

-¡Chi!, papa y mama sados, comel y mimir

-aww mi niña -comenzo a dar besos en sus mejillas

-buebo ya siéntense, Satoru no tarda en llegar a casa y tengo que prepararle la cena

-llevate algo de lo que hiciste -le ofreció el pelinegro menor

-claro que no, eso es suyo

-por favor, tu también debes estar cansado -esta vez ofreció Yuuji

-esta bien, solo un poco


La escena era digna de un manga de comedia, Megumi se encontraba en el baño de su departamento con un pequeño aparatito de plástico en las manos que marcaba dos rayitas rosas, un tic se estaba formando en su ojo derecho mientras llenaba de aire sus pulmones para poder gritar.

-¡SU-KU-NAAAAAAAAA!

De forma brusca Itadori se levantó de la cama y corrió al baño, afuera de la puerta del baño comenzó una pequeña discusión entre Sukuna y su recipiente.

-a ver, tu lo hiciste enojar tu lo solucionas

-claro que no mocoso ¡Otra vez fue tu culpa! Lamentablemente

-¿Qué? -entonces se abrió la puerta del baño

-¿¡Fue el!?

-cero y van dos

-y es el ultimo... -dijo entre sientes

-papi... Mami ¿que pasho?

-Tendrás un hermanito princesa Rumi

-¡¿De verdad?! -comenzo a dar saltitos de felicidad

-bueno... No hay de otra -le sonrió incómodo Yuuji a Megumi -dale amor, nunca hemos sido normales una peliadita más con los "altos mandos" no caería mal

-y todo... Por Sukuna


















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¡Falta epílogo!

Gracias a los que leyeron, una disculpa por la tardanza a la hora de actualizar

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⏰ Última actualización: Apr 30 ⏰

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‡Por Sukuna‡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora