Donde Kim Taehyung es un Alfa adinerado pero esta aburrido de su cómoda vida, simple y monótona necesita encontrar algo que lo motive y Jeon Jungkook es un Omega que vende muffins en un semáforo.
Taehyung encontrara en él la solución a sus problema...
Como era de esperarse la señora esta en su casa horas mas tarde y con tarde es bastante, es la una de la madrugada y aunque Taehyung hubiese preferido llevar a Jungkook al apartamento a descansar con la pequeña le dio temor que llegara el joven y le hiciera daño a él también.
Las drogas empujan al limite.
Es por ello que cuando estaba en el hospital llamo a alguien de confianza para que se encargara de hacer cambiar las cerraduras y ese alguien fue hasta el hospital a entregarle las nuevas llaves.
—Muchas gracias hijo.
La señora ahora con unos cuantos puntos en la frente y el brazo recuesta su cuerpo en la cama y le avergüenza demasiado que este hombre tan bueno, decente y a la vez millonario se de cuenta no solo de su pobreza, también de tiene un hijo drogadicto que destrozo su casa en busca de algún poco de dinero.
—No hay de que señora.
—¿Las medicinas te parece poco? ¿llevarme y traerme del hospital? Mi pobre Jungkook también esta mal, Mingyu no...no es bueno.
Vaya sorpresa, ¿si había hecho eso que mas podía hacer? Pero también que mas podría hacer él, se pregunta porque si Jungkook no se dejaba ayudar forzarlo evidentemente no podía.
—Alguna forma encontraremos de solucionar, por ahora descanse y eso si señora Sunhee, si su hijo regresa debe denunciarlo.
La señora asiente pero de alguna manera Taehyung sabe que eso difícilmente va a pasar.
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—¿Jungkook-ssi?
Sube las escalas y escucha al fondo al castaño que le dice —Suba. —Demasiado pasito para no despertar a la pequeña.
—Ya me voy, ¿necesita ayuda aquí?. —Le dice desde el fin de las escalas una vez esta en el segundo piso.
El desastre que había hecho el joven era menor teniendo en cuenta que Jungkook tiene mas poco espacio y por ende mas pocas cosas.
Siente pena por el omega que ve las pocas prendas tiradas y pisoteadas y un peluche de la pequeña rasgado y con una parte del relleno por fuera, traga para pasar la incomodidad.
—No se preocupe, tal parece que no necesito romper todo para encontrar el dinero.
Ouch.
Se acerca al hombre que no deja de avergonzarlo y hacerle sentirse así sin importar las circunstancias bastante quedito para no despertar a la pequeña.
—Mañana... bueno, ya es mañana no voy a estar en el lugar de siempre, voy a ayudarle a arreglar a la señora y...debería descansar usted también, me imagino que se puede tomar unas horas de mas siendo el dueño.
—No crea, soy el que menos beneficios tiene.
Eso si que lo sabe Jungkook, pero una excepción no estaba mal de vez en cuando.
