Diecisiete: sistema de defensa

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—No me tiene que dar explicaciones de lo que hace señor Kim.

Embelesado lo sigue mientras sube las escalas y es extraño que ese olor a fresa que suele tener el Omega este ...más fuerte... a Taehyung la boca se le hace agua. 

El ya no sabe que tiene al Omega con el carácter tan marcado y asume que es porque le llevó un detalle a la señora Sunhee.

Y es que la noche anterior no había entrado a saludarla por estar un poco atontado con su primera vez ahí pasando la noche de manera que le compró un joyero de una bailarina pues en una de esas noches que hablo con ella por mensajes ella le contó que en el pasado solía practicar ballet. 

—Tu me diste a entender que no te gustan los regalos.

—No me gustan.—Responde con el ceño fruncido. — Pero solo por curiosidad ¿qué le dió a entender eso?

Ya en el segundo piso con los cachetes inflados y los brazos cruzados parece un conejito a punto de atacar pero su aroma es tan malditamente delicioso que Taehyung se dejaría degollar si la intención fuera  comérselo  entero y tal vez a Taehyung le daría un poco mas de risa  también la posición si no fuera porque esta cansado, sudado y aun sin haberse duchado en todo el día  pero el compromiso era  ir al mercado que esta cerca y deben ir caminando porque realmente no esta tan lejos  y deben ir antes de se haga mas tarde. 

—Bueno, te molestó cuando traje el triciclo y luego el peluche a Minji. 

—Un triciclo que ocupaba media sala-comedor y era un potencial peligro para mi pequeña y el peluche porque no me gusta que la malcrié con regalos que claramente yo no puedo costear. 

—¿Pero y si los costeo yo?

—Usted no es su padre señor Kim.

Ouch.

—Ok, entonces, esta claro que los regalos están fuera de la mesa. 

—Ajá

Taehyung pasa saliva por su garganta un tanto incomodo porque si solo el castaño supiera la lista que tenia en mente de regalos tendrían que rentar un apartamento solo para ello.

—Bueno, ¿vamos a hacer aquello?

El pecado es muy muy cobarde porque Jungkook aun con restos de la calentura de hace un momento se paraliza cuando su desvergüenza le recalca el desastre que es cuando..tocando y olfateando  esa camisa tuvo una erección por culpa del aroma de ese tonto, tonto, muy tonto Alfa. 

—¿Aqu-aquello?. —Pálido y con el labio inferior temblando siente un tiron en su zona baja al imaginarse mil cosas de lo que aquello significaba y Jungkook y su imaginación son un bólido a mil por hora. 

—El mercado Jungkook. 

Ah eso, respira. 

Taehyung lo mira extrañado de una forma simpática porque sabe que Jungkook es una cajita de sorpresas.

—De-deme un momento que la niña debe estar que despierta y vamos. —Se gira abruptamente sobre sus pies y sale disparado a la cocina, tampoco es que avance mucho y maldito apartamento tan pequeño que no tiene donde esconderse. 

A Taehyung le parece cómico como tiene esos cambios de humor tan drásticos y lo compara a una montaña rusa con sube y bajas que te hacen llorar y gritar de impotencia y frustracion pero también al tiempo te hacen sentir poderoso y grande para luego pasar a un estado de incredulidad por la propia estupidez.

—Tome.

Jungkook extiende una toalla pequeña en las manos del Alfa y este la mira con desconcierto. 

VIDAS OPUESTAS KTH&JJK (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora