Nadie creía que uno de los mafiosos más conocidos de boten tendría una hija de la cual ni él conocia, al saber todo por lo que ella pasó solo por buscarlo, tratará de compensar todo ese tiempo en que no estuvo a su lado.
Y no solo eso, la niña sería...
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—Que te parece Hanae? -alzó un dedo-
La menor hizo un gesto de asco, ese nombre era más para una niña educada y caprichosa, lo cual ella no era ese tipo de "niñas"
—Bien, bien, no te gusta.. -suspiró y siguió pensando-
"Kudo" dibujaba en una hoja que hace unos momentos una sirvienta le dió para que se entretuviera, "esto va a tardar mucho.." pensó suspirando.
—Akari? -la menor negó- Riuna? -volvió a negar- Yuki? Es lindo -siguió buscando alguna reacción en ella-
—Parece nombre de mascota -alzó una ceja y se apuntó- tengo cara de mascota?
—Mm... Si, pareces un hamster -soltó ran apareciendo de la nada-
La niña le miró desinteresada pero con algo de molestia, "¿que hace esta jirafa violeta aqui?" pensó volviendo su vista en su dibujo.
—Ah.. Que bien se siente molestarla -sonrió divertido- que haces? -miró a takeomi confuso-
—Trato de buscar un nombre para ella pero ninguno le gusta -suspiró viendo los nombres en internet para niñas-
—Porque no le pones Nezumi? Le quedaría perfecto -sonrió con malicia- es igual a una ratita..
La contraria suspiró y le miró serena, debía darle una cucharada de su propia medicina.
—Oh! Si te gustó? Lo sabía -aplaudió leve-
—Las personas como tú se creen superiores solo por su fisico y porque eres un mafioso..
—Mm.. Tienes toda la razon pequeña nezumi -palmeó su cabeza-
—Pero por dentro eres un niño infantil que no se toma nada en serio y por eso terminaste aqui -quitó su mano bruscamente de una palmada- de seguro eras muy popular en la preparatoria pero un idiota en las clases -finalizó volviendo a pintar-
Tanto ran como akashi le miraron sorprendidos, takeomi se sentía orgulloso de tener a una hija tan madura y con ese caracter como ella.
Por otro lado el haitani mayor en vez de enojarse y sacar su arma, la abrazó y restregó su mejilla en la de ella con ternura, haciendo que la contraria frunciera su ceño por tenerlo cerca.
—Tan linda! Eres genial pequeña kudo! Todas las niñas tendrían que ser tan inteligentes y directas como tú! -acarició su cabeza-
—Suéltame jirafa tonta! No me toques! -lo trataba de apartar, mientras sus mejillas estaban rojas del enojo y la verguenza-
