Encuentro Inesperado

6 3 0
                                    

Inyeop paseaba por el bullicioso mercado, disfrutando del ambiente animado mientras buscaba algunos ingredientes para cocinar. Mientras caminaba entre los puestos de frutas y verduras, escuchó una voz familiar llamándolo desde la distancia.

—Inyeop, ¿eres tú? —

Se volvió para encontrarse con la mirada de Sujin, una compañera de clase de la universidad con quien no había hablado en mucho tiempo. Ella se acercó con una sonrisa brillante en el rostro.

—Sujin, ¡qué sorpresa verte aquí! — exclamó Inyeop, devolviendo la sonrisa con entusiasmo.

Los dos comenzaron a conversar animadamente, compartiendo historias sobre lo que habían estado haciendo desde la última vez que se vieron. Inyeop se dio cuenta de que Sujin estaba radiante y llena de vida, y no pudo evitar notar cómo su sonrisa iluminaba su rostro.

—Mira, Inyeop, ¿qué te parece esta pulsera? — preguntó Sujin, sosteniendo una delicada pulsera de plata.

Inyeop admiró la pulsera con cortesía, pero su mente estaba en otra parte. Mientras hablaba con Sujin, no pudo evitar recordar a Minsi, la dulce joven que había conocido recientemente. Aunque había estado tratando de evitar pensar en ella, su recuerdo seguía acechándolo en cada esquina de su mente.

De repente, Sujin notó la distracción de Inyeop y lo miró con curiosidad. —¿Pasa algo, Inyeop? Pareces un poco distante—, comentó con preocupación.

Inyeop sacudió la cabeza, tratando de sacudirse los pensamientos sobre Minsi. —No, no pasa nada. Solo estoy un poco cansado, supongo—, respondió con una sonrisa forzada.

Sin embargo, en lo más profundo de su corazón, Inyeop sabía que no era solo el cansancio lo que lo estaba afectando. Había algo más, algo que no podía ignorar.

Mientras continuaba su conversación con Sujin, Inyeop se dio cuenta de que ella comenzaba a mirarlo de una manera diferente, con un brillo en los ojos que no había visto antes. Se dio cuenta de que ella estaba empezando a sentir algo por él, algo que no podía corresponder.

A medida que se despedían y cada uno seguía su camino, Inyeop sintió una punzada de envidia y celos en su interior. Recordó a Minsi y la conexión especial que compartían, y deseó poder encontrar esa misma chispa con alguien más.

Sin embargo, mientras caminaba por las concurridas calles del mercado, una pregunta persistente seguía rondando en su mente: ¿qué pasaría si esa chispa nunca regresara?


Inyeop caminaba por las bulliciosas calles de la ciudad, con la mente sumida en un torbellino de pensamientos y emociones. La imagen de Minsi seguía rondando en su mente, mientras luchaba por comprender los sentimientos que crecían en su interior.

De repente, sintió una mano en su hombro y se giró para encontrarse con la mirada inquisitiva de su amigo de toda la vida, Donghyun.

—¿Estás bien, Inyeop? Pareces distante—, comentó Donghyun con preocupación.

Inyeop suspiró, preguntándose cómo comenzar a explicar los turbios sentimientos que lo habían estado atormentando últimamente. —Es solo... hay algo que me está molestando—, admitió con vacilación.

Donghyun asintió comprensivamente, esperando a que Inyeop se abriera. —¿Quieres hablar de eso? —

Inyeop consideró sus palabras por un momento antes de decidir abrirse. —Es Minsi. Me ha estado distrayendo últimamente. No puedo dejar de pensar en ella—, confesó con sinceridad.

Donghyun asintió, mostrando una expresión de comprensión. —Entiendo. ¿Y cómo te sientes al respecto? —

Inyeop suspiró, sintiendo un nudo en la garganta mientras intentaba poner palabras a sus sentimientos. —No lo sé. Solo sé que cuando estoy cerca de ella, algo en mí se enciende. Es como si... como si estuviera despertando de un largo sueño—, admitió con franqueza.

Donghyun le miró con una sonrisa tranquilizadora. —Parece que estás empezando a darte cuenta de tus verdaderos sentimientos hacia ella, Inyeop. Y eso es un paso importante—, señaló con sabiduría.

Inyeop asintió, sintiendo un peso levantarse de sus hombros al compartir sus pensamientos con su amigo. —Gracias, Donghyun. Significa mucho para mí tener tu apoyo—, expresó con gratitud.

Con un suspiro de alivio, Inyeop se sintió un poco más ligero, sabiendo que no estaba solo en su viaje para comprender sus sentimientos hacia Minsi. Mientras continuaba caminando por las calles de la ciudad, una sensación de determinación comenzó a crecer en su interior.

El viaje hacia el descubrimiento de sus verdaderos sentimientos había comenzado, y Inyeop estaba listo para enfrentar lo que el destino le deparara con valentía y determinación.

Destellos De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora