Kennett
Los rayos del sol entraban por una pequeña abertura de la cortina que cubría la ventana. Solté un gruñido, era consciente del dolor de cabeza que tendría. Me senté de golpe ocasionado que apareciera el dolor que tenía en mi cabeza culpando al alcohol, por su puesto. Miré un poco a mi alrededor visualizando botellas de cerveza –unas ocho– y luego pasar la mirada al reloj de pared marcando las 7:15 am. Tenía tiempo suficiente para arreglarme.
Después de que la noche anterior fuera al estanque para pensar y dejar de recordar cosas del pasado, todo iba bien hasta que llegué al lugar encontrándome con esa chica con esos ojos color ámbar y la pulsera que es una casualidad la similitud del que le di a Margot.
Joder, esa chica es un problema que me hacía revivir recuerdos algo dolorosos, espero no volver a verla en mi lugar de paz.
Margot y << aquel lugar nuestro >>, donde ella escapaba de sus problemas y yo la consolaba...
Froté mis manos por mi cara despabilando.
– Cariño, ya te dije que no bebas demasiado.. – suspiró mi novia viniendo de la cocina con una taza humeante de lo que podría ser café. Se plantó frente mío y me extendió la taza.
– ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en tu apartamento? – serio y molesto por la migraña que me mataba.
Di un sorbo a mi café
– Iré a arreglarme para ir al trabajo.. Cuando bebes eres insoportable– la miré de soslayo, puse los ojos en blanco.
– Como digas... – coloque la taza en la mesita frente a mi y me puse de pie.
Al cabo de unos quince minutos estaba listo, tomé mi portafolio y mis llaves de mi posesión más preciada – mi moto –, Rebecca apareció unos minutos después saliendo conmigo de mi apartamento para ir rumbo a la empresa.
Ingresé a mi oficina y fui directo a mi escritorio dejando mi portafolio sobre el. El día de hoy sería algo caótico por la capacitación de los nuevos Arquitectos Junior.
Ocupaba el cargo de Arquitecto en jefe que he mantenido durante un año y me había costado bastante llegar a donde estoy a un año de que empecé en esta empresa –DCC–.
Ya habían dos Arquitectos Junior más avanzados y como hoy tenían que presentarse tres nuevos, los iba a repartir y tenían que pasar un periodo de prueba de unos tres meses.
Dieron dos toques a la puerta y respondí con "adelante", se abrió la puerta apareciendo mi secretaria Mary.
–Señor Miller, los nuevos ya están en la sala de juntas como pidió...– asentí levantándome y tomar unas carpetas que ya había preparado con antelación.
– Gracias, si alguien llama le comenta que estoy ocupado, incluso la señorita Rebecca Jones. – asintió y acomodó mi traje con una mano.
Di pasos agrandados hacia la puerta de mi oficina y salí dirigiéndome a la sala de juntas. Abrí la puerta y de pronto parecía que todo estaba en cámara lenta. Al entrar a la sala juntas, reconocí a la chica de la noche anterior. Era delgada de cabello castaño oscuro con ondas cayendo por sus hombros.
Me miraba con esos ojos amarillos color ámbar que parecían dos pares de sol brillantes hermosos que pude apreciar antes de que la apartara y agache la mirada.
Qué demonios estoy diciendo. Frente a mí estaba la chica de anoche, que estaba casi llorando por una pequeña rana en su pantalón.
Tiene que ser una puta broma...
Sacudí mi cabeza un poco alejando esos pensamientos tontos. Carraspeo un poco y dirigí mi mirada hacia los otros dos nuevos. Un chico pelirrojo y una chica pelinegra.
– Buenos días, soy el Arquitecto en Jefe de la empresa la cual están siendo contratados hoy. – dejé mis carpetas en la mesa. Por el rabillo del ojo, la chica estaba viendo otra parte de la sala aunque pude notar un poco sus mejillas un poco sonrojadas. En mi cara se me formó una sonrisa ladina.
Durante toda la explicación del reglamento de la empresa, los horarios, pagos y entre otras cosas. La chica no me sostenía la mirada por más de dos segundos, creo que me reconoció. Antes de dar por finalizada la junta y regresar a nuestro trabajo, teníamos que sortear quién de los tres nuevos se quedarían con James y Alice, eran los más destacados de los demás, como sobraba uno de ellos terminaría quedando bajo mi supervisión. No me molestaba en absoluto porque pase por lo mismo, así que estaba bien para mi.
– El primer nombre que salga se irá con Alice.. – asintieron. Alice tomó uno de los papelitos que estaban en la mesa y lo abrió.
– Blair Jenkins...– dijo Alice. La chica pelinegra se levantó y se quedó de pie a su lado.
– Bien, ¿Ahora quien de ustedes vendrá conmigo? – comentó James. – Hora de la verdad.
Miraba a los que quedaban para luego tomar el penúltimo papelito y desdoblarlo lentamente.
Se podría decir que estaba nervioso de que la suerte no estuviese de mi lado y que la chica se quede bajo mi supervisión.
Que no sea ella, mejor el chico pelirrojo.
– Mark Smith... – cerré los ojos por un momento soltando un suspiro de frustración. El chico se puso a un lado de James.
–Bien, el último papelito es mío... – tomé el papel. La última chica de ojos ámbar se posiciona casi a un lado mío dejando una distancia prudente entre los dos.
Lo abrí y leí el pequeño papel. Joder...
Mi corazón empezó a latir desbocado por el nombre de esta chica y por ella en general. Aparté la vista del papel y la dirigí hacia ella que estaba con la mirada en sus pies pasando un mechón de su cabello detrás de su oreja con la misma mano que contenía esa pulsera similar a la de hace años, mientras yo tenía la respiración profunda por lo que sentía.
Se sentía como un golpe en la boca del estómago.
No puede ser...
¿Margot?...
¿Puede ser mera coincidencia? Tal vez si o...Tal vez no.
Aquí esta el tercer capitulo
Espero que lo disfruten.
insta: patycarrillolara
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AQUEL LUGAR NUESTRO
RomanceMargot, una chica que junto a su madre escaparon de un pasado difícil mudándose a otra ciudad dejando atrás a su mejor amigo de la infancia del que estaba enamorada junto el pasado tormentoso. Pero una oferta de trabajo hará cambiar sus planes, enc...