—¡Despierta ya! —el grito de Rosie sobresalto a Alastor, que desde hace quince minutos estaba posponiendo la alarma—, llegaremos tarde.
Alastor levantó sutilmente la mirada de su almohada hasta su hermana que permanecía en el marco de la puerta con las manos a la cadera, visiblemente cabreada. No la culpaba, llevaba cerca de una hora intentando levantarlo.
—Me cambiaré en cinco minutos —afirmó Alastor antes de sentarse en su cama, observando a su hermana salir por fin de su habitación.
Al quedarse solo lanzo un suspiro cansado. Con tranquilidad miro por la ventana de su cuarto, la cual desde hace una semana vestía cortinas negras. Frunció sutilmente el ceño al recordar el porqué del cambio tan radical y eso mismo, lo hizo desear volver a dormir otro rato. Miró hacia su celular y sopeso la idea de llevarlo consigo. Últimamente cada que sonaba, era una mala noticia, pero temía que al no hacerlo, algo peor pudiera pasar.
Tal como prometió, se vistió rápidamente aprovechando que la noche anterior se había bañado y antes de que su hermana saliera de la casa, tomó sus pertenencias, siguiéndola.
—No puedo creerlo Alastor, eres el presidente del consejo estudiantil, ¿hasta cuando seguirás haciendo esto? —recrimino caminando rápidamente a la par de Alastor, que parecía estar en otro plano.
—¿Quién hace qué? —cuestiono mirándola de reojo antes de seguir viendo hacia el frente, sin ánimos de tener una pelea tan temprano.
—No te hagas —regaño Rosie ahora preocupada—, algo te esta pasando. Respeto tu privacidad, pero tampoco soy una perra como para no notar que algo le pasa a mi hermano.
Alastor desvío sutilmente la vista sobre su hombro, encontrando vacía la calle que transitaban. Cosa que para Rosie no pasó desapercibido, pues ella misma repitió la acción.
—No me pasa nada —corrigió volviendo la vista al frente encontrándose con la mirada penetrante de su hermana—, ¿qué?
—Cerraste tus redes sociales, absolutamente todas ellas —acusó entonces deteniéndose ya importándole poco si llegaban tarde o no a la escuela—, tapaste todas las ventanas que dan a la calle principal y encima, te la pasas todo el tiempo viendo en todas las direcciones posibles como si alguien nos estuviera siguiendo, ¿pretendes que crea que todo está bien contigo si actúas de ese modo?
Alastor que no quería una pelea, frunció sutilmente el ceño. A veces odiaba que su hermana fuera tan observadora.
—No ocurre nada, tu eres la paranoica, simplemente disfruto de mi privacidad —apuntó reanudando la marcha—, tal cual lo dijiste, respeta y no te metas en ella.
—¡Oye! —pero Alastor ya se había adelantado lo suficiente como para que no pudiera seguirla escuchando.
Sin embargo, pese a su actitud despreocupada frente al único familiar en el que confiaba, al verse solo se permitió que su rostro mostrará sus verdaderos sentimientos.
Su hermana solía estar más al pendiente de él que sus padres, que ni siquiera les había parecido extraño que su hijo de pronto terminará aislado de todo el mundo. Aunque bien podrían atribuirse a que se encontraba preparándose para los exámenes para la universidad, sin embargo, que más deseaba Alastor que solo fuera eso y no un evento externo el que lo estuviera obligando a cambiar su rutina diaria.
De pronto, su celular vibro sacándolo de la bruma en la que se había sumido, solo para hacerlo temblar al ver que el mensaje era de aquel número que desde hace meses, le escribía sin parar. Miró su bandeja de entrada, ahí está ese número que había bloqueado antes pero que se vio obligado a desbloquear. Con cierto temor abrió el mensaje encontrándose con su espalda y la de su hermana en una imagen que le helo la sangre.
Apenas verlo, se giró sobre sí mismo con tanta rapidez que hizo que Rosie saltará en su lugar por su reacción.
—¿Alastor?
Pero él no contestó, continuó viendo al final de la calle donde apenas alcanzó a descubrir una sutil figura que huyó por una de las avenidas.
<<Estás aquí, mi maldito acosador>>
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Senpai [Radiodust]
FanfictionHISTORIA ELIMINADA EN MI CUENTA ORIGINAL ELIZABETHNAINORY12 Disponible: AoTres, Inkitt, Fanfiction Sinopsis Cuando la línea entre la realidad y la fantasía es cruzada difícilmente se puede volver. Mientras una persona sueña con una pasión enfermiz...