Abrí lentamente los ojos y miré por la ventana del avión, estaba amaneciendo. Luego, dirigí la mirada hacia mi reloj para confirmar mis sospechas en aproximadamente media hora iba a aterrizar en Seúl.
Bueno supongo que no ha sido un buen inicio empezar una historia por la mitad así que para que sepáis que hace una chica de 16 años en un avión rumbo a Seúl vamos a retroceder un poquito en el tiempo.
Dos días antes...
-Esther, despierta que vas a llegar tarde al instituto - dijo mi madre tras adentrarse en mi habitación desordenada e intentar despertarme sin mucho éxito.
-Solo unos minutos más - supliqué somnolienta.
-Nada de minutos de más, que si no vas a llegar tarde - replico mi madre. Si por algo era conocida era por detestar el desorden y la impuntualidad cualidades que había adquirido yo y que al parecer no tenía pensado cambiar.
Tras un leve enfrentamiento matutino con ella, me levanté de la cama y me paré en la puerta del baño a hacer la cola y esperar mi turno para ir a la ducha. Porque tener cuatro hijas chicas provocaba constantes disputas por el baño y más por las mañanas. Así que hacía dos años que mis padres se habían cansado de mediar en ellas y habían establecido unos horarios de aseo.
Al llegar mi turno, me metí en la ducha dispuesta a relajarme un poco y más después de haber visto la tarde anterior la última history de Instagram de mi ex Marcos quien iba a la misma escuela que yo y no hacia mucho de nuestra ruptura pero ya tenía novia. Mis pensamientos, fueron interrumpidos por las patadas en la puerta de mi hermana pequeña Ruth.
-Si no sales ya, echaré la puerta abajo y te sacaré a rastras - grito mi furiosa hermana de 11 años.
Tras escuchar la amenaza, decidí apresurarme a terminar, no porque me hubiera asustado, sino porque me había dado cuenta de que seguramente llevaba más tiempo en el baño del que podía imaginar.
Nada más llegar a mi habitación y encender la pantalla del móvil comprobé una de las cosas que me temía en 10 minutos empezaba mi primera clase y como no yo iba a llegar tarde. Antes actitudes como llegar tarde no eran propias de mi, pero este último mes había descuidado ese tipo de cosas. La razón era que una parte de mi se encontraba perdida desde que mi prima se había casado y mudado, mi ruptura con mi novio porque me engañaba con una de las chicas de mi clase que me caía peor...
Me arreglé lo mas rápido que pude y tras comprobar rápidamente mi outfit ante el espejo agarre mi mochila y salí corriendo, no sin antes pasar por el comedor y despedir de refilón a mi familia o a los pocos que iban a desayunar que eran mis padres porque mis hermanas iban igual de tiempo que yo.
Corrí, pero no fue suficiente porque al llegar a mi clase y abrir la puerta mi profesora de biología más conocida como la bruja verde ya se encontraba impartiendo una pesada clase sobre el reino protoctista.
-Vaya Esther, por fin nos honras con tu presencia - dijo la profesora con sarcasmo.
Intenté poner alguna excusa para justificar el porque llegaba por tercera vez tarde en aquella semana a su clase sin embargo no me permitió abrir la boca. Me indicó que tomara asiento y así lo hice junto a mi mejor amiga Iana que hizo sus típico comentarios graciosos para quitarle hierro al asunto.
Ya por la tarde...
Había tenido un día infernal y desastroso. No solo lo decía por la vergonzosa regañina de la profesora de Biología ante la clase tras indicarme que tomara asiento sino por muchos otros hechos como acabar fuera de clase de Física por decirle a mi compañero de atrás "me cago en tu puta madre" al tirarme bolas de papel a la cabeza. Lo peor era que mis padres seguramente ya estarían al tanto de todo gracias a una horrible web escolar en la que los profesores redactaban reportes sobre nuestra conducta en clase o cualquier incidente.
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Instituto Zodiacal
RandomUna adolescente que se acaba de mudar a un campus en Seúl. Un instituto dividido en bandas. Una serie de desafotunados incidente harán que Esther sea enviada a estudiar en el KIISS, un instituto de Seúl que parece perfecto pero que esconde un secret...