Miré al motorista y luego a la casa en donde se estaba dando la fiesta.
-¿Estás de coña, verdad?-le mire atónita sin poder creerlo.
- Verás, antes debo hacer algo aquí. Ahora voy a entrar en la casa así que quédate aquí y pase lo que pase no hables con nadie. Por si acaso, toma - dijo tendiéndome un pañuelo rojo.
-¿Y esto para qué?- pregunté sin entender nada.
-Esto es una señal de que eres de los fuertes.
-¿Qué? ¿Puedes explicarme de qué va todo esto y a que fiesta de mala muerte me has traído?
-De mala muerte es el callejón en el que te metiste.
-Y en el que tu también estabas.
-Anda, haznos un favor a los dos y átatelo a la muñeca.
-Primero tu no me das órdenes y segundo tu no necesitarás uno.
Soltó un gruñido de frustración y supe que había agotado su paciencia, me agarró de la muñeca y me lo ató después dijo:
-Todos aquí ya me conocen.
Después se quitó el casco y vi su cara completa por primera vez. Era castaño, tenía los ojos del color del ámbar, sus fracciones eran tan rudas y fuertes. Tenía un aire de chico malo y a la vez misterioso que lo hacía aún más imnótico. Para ser un idiota esta bastante bien.
-¿Quieres una foto? - me preguntó con una sonrisa chulesca.
-No te lo creas tanto.
-Bueno por como me mirabas diría que soy lo mejor que has visto en tu vida.
-Tu, no te lo tengas tan subidito, imbécil. Lo he visto mejores.
Soltó una carcajada burlona.- Si tu los dices...
Y con esa frase se alejo y entró en la casa. Pasaron varios minutos que para mi fueron muy largos. Hasta de repente se acerco un chico llevaba un vaso de plástico en la mano.
-Hola guapa.
-¿Me hablas a mí?-pregunté sorprendida.
-Hay alguna otra chica por aquí- soltó con retintín. -¿Que haces aquí sola? Entra y tomate algo.
-No ya me voy solo que estoy esperando a alguien.
De repente, la mirada del chico se posó en el pañuelo que había en mi muñeca.
-Perdona por molestar.- dijo con cara de espanto y sin más se empezó a alejar pero se detuvo, se dio la vuelta y dijo: -Enhorabuena a la pandilla por la victoria de antes en la carrera.
Me quedé a cuadros pero el pareció no notarlo porque reanudo su camino sin más. Seguía sin entender nada: el pañuelo, la fiesta, la carrera, las motos que habían por doquier en el jardín... ¿En qué tipo de fiesta estaba?
Justo en ese momento, el chico regresó con dos vasos en la mano. -Toma te he traído una bebida.
-Gracias dije para no sonar borde.
Al aceptar el vaso noté que el pañuelo de su muñeca era color gris y decidí no darle importancia. Pero justo en ese momento alguien apareció y se puso en medio de los dos.
-Idiota, ¿que crees que haces, no le has visto la bandana o que?
Era el motorista otra vez y parecía enfadado.
-Si te vuelves a acercar a uno de lo míos te vas enterar hijo de puta.
Y con eso el chico se fue. Yo seguía allí parada de pie, no entendía porque había tenido que ser tan agresivo con un chico que solo intentaba ser amable.
-¿Te lo ha dado él? - preguntó mirándolo analíticamente.
-Si, pero...
Antes de poder acabar la frase me quitó el vaso y lo encestó en el cubo de basura que había cerca.
-¿A ti que te pasa? Me traes una fiesta extraña, la única que persona que me habla y es amable conmigo la espantas. Explícame de que va todo esto.
-Da igual. No lo entenderías lo mejor será que te saque de aquí.
Se dio la vuelta y se puso el casco, luego me tendió otro casco. Me subí a la moto me agarré a él y juntos empezamos un largo trayecto hacia el KIISS y antes de que me diera cuenta ya estábamos entrando a la urbanización, que a la vez era la residencia de estudiantes.
-Es aquí- dije indicándole el edificio.
Se detuvo, bajé y fui hacia el edificio cuando de repente me dijo:
-¿No te dejas esto?
Al darme la vuelta vi que sostenía mi llave electrónica.
-Gracias por esto y por traerme.
-De nada Esther.
-¿Cuándo te he dicho mi nombre?
-¿No te has fijado en que lo pone en tu llave electrónica? -dijo burlón. -Bueno, adiós.
Entre en el apartamento no había nadie. En la nevera habían dejado una nota en un pósit que decía:
Nueva:
Hemos ido de fiesta. Antes pedimos una piza y te dejamos algo por si tienes hambre.
Kevin
perdón por llamarte nueva es que no recordamos tu nombre
Agradecí el gesto, me comí la pizza y luego vi la tele un rato. Al irme a mi cuarto me di cuenta de que tenía el pañuelo rojo todavía atado en la muñeca. Me lo desaté y al observarlo vi que en una esquina había escrito con rotulador una letra A.
¿Sería esa la primera letra de su nombre?
Iba a tirarlo pero por alguna razón que hasta yo misma desconocía lo guardé en uno de los cajones y me fui a cama. Nada más tumbarme me quedé dormida y no vi los 15 mensajes y 2 llamadas de Iana, los 25 mensajes del grupo de amigos y las llamadas de rigor de mi madre.
Nadie me podría discutir que esa noche había sido de locos
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¡Hola estrellitas!
Si aquí me tenéis de vuelta y que mejor que con otro capítulo.
Os invito a adivinar el nombre de nuestro atractivo motorista misterioso.
Que tengáis un feliz segundo, un feliz minuto, una feliz hora, un feliz día , un feliz mes, un feliz año y una feliz vida :)
Os amo y agradezco el apoyo. Siempre en mi corazón
Volveré pronto y quizá con alguna sorpresita.
ah, y por supuesto siempre estáis invitados a comentar y votar
cap. dedicado a un gran amix
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Instituto Zodiacal
RandomUna adolescente que se acaba de mudar a un campus en Seúl. Un instituto dividido en bandas. Una serie de desafotunados incidente harán que Esther sea enviada a estudiar en el KIISS, un instituto de Seúl que parece perfecto pero que esconde un secret...