Zwanzig (20)

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—¿Puedo preguntar el por qué? —cuestiono Alastor mirando a Husk, quien estaba tomando de su botella de alcohol.

Alastor se había asegurado que no hubiera nadie en esa sección del hotel para no ser interrumpidos por persona innecesarias; lo que menos quería era testigos en caso de que las cosas no salieran como él quería.

—Primero dejame decirte, que estoy sorprendido que no te hayas jodido al rarito ese —dijo bajando la botella, entonces miró la sonrisa alargada de Alastor, fue cuando lanzó un fuerte suspiro. Habría querido tener un poco más de tiempo de paz antes de tener que enfrentar a Alastor, pero sabía que si Niffty no le decía algo, sería Charlie, y lamentablemente no se había equivocado, pues la presencia de Alastor solo significaba que había sido delatado—, bien, bien. Las chicas jodieron conmigo demasiado, en serio, si no les decía hubieran puesto de cabeza el hotel mucho antes. En todo caso, no son nada disimulados. Se puede sentir la tensión sexual a donde quieran que van. Ya deben de coger, comienzan a ser molestos.

Alastor tuvo un leve tic antes de cerrar levemente los ojos y apretar el puente de su nariz. Esa no era la respuesta que esperaba. Es más, lo dejó muy inquieto, que todo el mundo viera su tensión sexual le hizo sentir incómodo, no era algo de lo que quisiera el resto se diera cuenta.

Soltó un fuerte suspiro antes de reponerse y mirar hacia Husk.

—Lo dejaré pasar esta vez, pero no habrá segundas oportunidades, ¿entendido? —le dijo tras incorporarse del todo y sonreirle a modo de advertencia.

Husk, quien se había cruzado de brazos, ladeó levemente la cabeza, en serio estaba esperando tener que huir o hacer una treta para garantizar su seguridad, pero al no haber sido necesario, estaba bastante desconcertado.

—Claro —dijo sin más viendo como Alastor se retiraba en cuanto escuchó su respuesta.

Husk, estiró ambas manos sobre la barra viendo por donde Alastor se había ido. En ese punto no sabía qué era lo que podía pasar; Angel lo había cambiado mucho en poco tiempo. Puede que para la mayoría de las personas fuera apenas algo perceptible pero para él, era casi como si estuviera tratando con otra persona, por lo que tendría que comenzar a moverse con más cuidado que de costumbre.

Alastor era hielo delgado y el estaba pisando con demasiada fuerza.

Tenía que tener eso muy presente.

Tenía que tener eso muy presente

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Interferencia [Radiodust]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora