Luffy solo quiere llegar al siguiente nivel en su relacion con Trafalgar pero ¿Que hacer cuando tu pareja huye cada vez que llegan a ese momento?
Con ayuda de Sanji, Luffy espera que su querido Torao no huya de nuevo
Historia completamente mia, sin...
Trafalgar no sabía que pensar en aquellos precisos momentos, tenía su mente completamente en blanco mientras sentía los pequeños y suaves besos en su cuello acompañado de esos movimientos circulares alrededor de su miembro proporcionados por Luffy, quien soltaba su característica risa mientras continuaba con los besos que hacían al contrario temblar. El pelinegro solo se preguntaba una cosa
"¿Dónde carajo había aprendido eso?"
A su mente llegaron las imágenes de tres personas específicas y sabía que apenas pudiera escapar de esa situación mataría a Sanji, Brook y Franky por pervertir a su angelito, aunque no supiera de quien se trataba específicamente. Pero debía admitir que no podía mentir al decir que odiaba ese momento porque sería un completo hipócrita, realmente lo estaba amando y sentía como sus pantalones cada vez apretaba de una forma deliciosa pero tortuosa a su miembro que estaba entre medio del trasero de su novio quien se seguía moviendo, pero se detuvo abruptamente para mirarlo con un puchero adornando sus labios.
"Dios, ¿porque tiene que ser tan lindo?"
—Torao ¿qué tanto piensas? ¡Mírame! — reprocho el pequeño monito mientras veía a su pareja que tenía su mirada perdida y se notaba ciertamente nervioso.
"Vamos Trafalgar, piensa una excusa"
—L-Luffy-ya, debo irme tengo que realizar un informe— El pelinegro mayor busco que su voz no mostrara sus claros nervios y desespero de salir de aquella situación lo más pronto posible.
—P-pero...Torao no es justo, es nuestro fin de semana juntos además... – El pequeño monito no pude seguir reclamando porque se dio cuenta que su pareja ya había desaparecido de su campo visual como también de su casa.
—¡TORAO ERES UN IDIOTA!!
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—M-mierda... — Trafalgar sabía que no debía, pero estaba tan excitado que no tuvo otra opción más que encerrarse en su habitación, agradeciendo que su padre no estuviera.
Su mano seguía apretando su polla con fuerza y rapidez buscando una pronta liberación mientras las imágenes del reciente momento vivido con su lindo novio volvían a su mente y se reproducían como una película, pero también algunas que eran puramente producto de su imaginación depravada donde se mostraba a Luffy montando su polla mientras sus piernas temblaban debido a los espasmos y sus ojos llenos de lágrimas pidiendo que lo siguiera follando sin control alguno.
O en otro escenario donde el menor se encontraba chupando su polla mientras el líquido preseminal caía y era recogido por aquella lengüita y sus manos lo masturbaban sin dejar atrás aquella mirada tan dulce e inocente que siempre tenía haciendo a Trafalgar querer venirse en su rostro.
– Luffy-ya — Cuando se dio cuenta ya había terminado en su mano, pero seguía erecto porque cada imagen en su mente solo lo hacía sentir más excitado. Aún no entendía que fue lo que había sucedido para que Luffy hiciera aquello y aunque amaba la sensación realmente él sabía que Luffy no conocía nada. De hecho, llegó a pensar que Luffy era asexual y que jamás tendría alguna oportunidad con el chico del sombrero de paja.
