𝘗𝘰𝘷: 𝘈𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘣𝘢𝘪𝘭𝘦 𝘴𝘰𝘳𝘱𝘳𝘦𝘢
Se escuchaba el suave murmullo de la música flotando en el aire mientras Thorin y Bilbo se movían con gracia por el salón, envueltos en su propio mundo. Los ojos de Legolas y Gimli seguían cada movimiento de la pareja con una mezcla de admiración y complicidad. La conexión entre Thorin y Bilbo era palpable, irradiaba una calidez que llenaba el ambiente.
-¡Mira cómo bailan juntos!- exclamó Legolas, con una sonrisa radiante. Gimli asintió, con una chispa traviesa en sus ojos.
-Parece que han encontrado su ritmo.
Los dos amantes compartieron una mirada cómplice, intercambiando pensamientos sin necesidad de palabras. Sabían lo mucho que Thorin y Bilbo habían pasado juntos, las batallas libradas y los desafíos superados. Y a pesar de todo, allí estaban, compartiendo un momento de pura alegría y conexión.
-Creo que finalmente han encontrado lo que estaban buscando -murmuró Legolas, con una mirada llena de ternura. Gimli asintió con una sonrisa orgullosa.
-Sí, y no podrían verse más felices juntos.
Mientras el enano y el hobbit continuaban su baile, Legolas y Gimli los observaron con cariño, deseándoles todo el amor y la felicidad que el mundo tenía para ofrecerles. En ese momento, el universo parecía alinearse a su alrededor, tejiendo sus destinos en una danza eterna de amistad y amor.
La pareja, Thorin y Bilbo, envueltos en su propio mundo, continuaron bailando con una gracia que parecía desafiar la gravedad. Cada movimiento estaba sincronizado, como si hubieran estado bailando juntos toda su vida. La música los llevaba, y ellos se dejaban llevar por la magia del momento.
Legolas y Gimli, desde su lugar, observaban con una mezcla de admiración y nostalgia. Recordaban los momentos compartidos con Thorin y Bilbo en sus viajes, las risas y los desafíos, las lágrimas y las victorias. Era evidente que la conexión entre los dos era más profunda que cualquier lazo de amistad ordinario.
-Han recorrido un largo camino juntos -susurró Legolas, con un brillo de emoción en sus ojos.
Gimli asintió solemnemente. -Sí, y cada paso del camino los ha llevado más cerca el uno del otro.
Mientras hablaban, Thorin y Bilbo se detuvieron brevemente para intercambiar una mirada significativa. En esos ojos se reflejaba todo lo que habían pasado juntos: la pérdida, el coraje, la esperanza. Pero sobre todo, se reflejaba el amor que compartían, un amor que había resistido las pruebas del tiempo y la adversidad.
-Creo que finalmente han encontrado su hogar- murmuró Gimli, con un nudo en la garganta.
Legolas asintiendo, con una suave sonrisa curvando sus labios. -Sí, y qué hermoso hogar han construido juntos.
Con esos pensamientos en mente, Legolas y Gimli se unieron a la multitud, dejando que la música los envolviera en su abrazo cálido. Mientras tanto, Thorin y Bilbo continuaron bailando, perdidos en el éxtasis del momento, sabiendo que, mientras estaban juntos, no había nada que no pudieran enfrentar.
Ambos se deslizaban por el salón en un baile íntimo, sus corazones latiendo al unísono con el ritmo de la música. Cada paso era un recordatorio de los desafíos superados juntos, de las aventuras compartidas y de los momentos de ternura en los momentos más oscuros.
Mientras se miraban el uno al otro, en esos ojos encontraban la paz y la seguridad que tanto anhelaban. En el brillo de sus miradas se reflejaba el amor que habían cultivado con cada risa compartida y cada lágrima derramada.
-Estoy feliz de estar aquí contigo, Bilbo- murmuró Thorin, con un susurro apenas audible sobre la música.
Bilbo sonrió, una sonrisa que iluminaba su rostro con una luz cálida y reconfortante. -Y yo contigo, Thorin. Eres mi hogar, mi todo.
En ese momento, el mundo a su alrededor parecía desvanecerse, dejándolos solos en su propio pequeño universo de amor y complicidad. Se olvidaron del resto de la multitud, de las miradas curiosas y de los murmuros de los presentes. Solo existían ellos dos, perdidos en el éxtasis del momento.
-Juntos podemos enfrentar cualquier desafío que la vida nos depare -declaró Thorin, con determinación en su voz.
Bilbo asintió, con una expresión de confianza en sus ojos. -Porque juntos somos invencibles.
Y así, con el mundo a sus pies y el amor como su guía, Thorin y Bilbo continuaron su baile, sabiendo que, mientras estuvieran juntos, nada podría separarlos. En ese momento, en medio de la celebración, encontraron la promesa de un futuro lleno de aventuras, risas y, sobre todo, amor.
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Por fin actualizando un capitulo, muy pronto termino el siguiente, es que andaba muy cupada.
𝓝𝓸𝓽𝓲𝓽𝓪: Perdonen!
𝓟𝓪𝓵𝓪𝓫𝓻𝓪𝓼: 774
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𝐿𝒜 𝐸𝑀𝐹𝐸𝑅𝑀𝐸𝒟𝒜𝒟 𝒟𝐸𝐿 𝒪𝑅𝒪
De TodoEsto se basa cuando ya Thorin hijo de Thráin II, recuperó el reino "Erebor" y su oro, pero antes de eso fue advertido de la maldición del oro, aun así, esa maldición se volvió en una "ENFERMEDAD" que provoco que Thorin cambié y se enferme más, su se...