0. Esto solo es el comienzo

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Pensamientos de Penelope

A menudo, parece que la vida está dispuesta a arrojarnos a la miseria cada vez que encuentra la oportunidad, atrapándonos en un círculo vicioso que nos consume lentamente. Siempre creí que el amor sería una barrera protectora contra esos males e idealicé la idea de estar enamorada, pero descubrí que el amor no siempre es un antídoto contra el dolor; en ocasiones, puede convertirse en la fuente misma de ese sufrimiento. Es por eso, solo por eso, que maldigo el día en que me enamoré, en que caí perdidamente enamorada de él.

 Es por eso, solo por eso, que maldigo el día en que me enamoré, en que caí perdidamente enamorada de él

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¿Sabes qué? Para que me desprecies aún más, te voy a confesar algo. —Su voz era firme, segura, a pesar de las emociones que la agitaban—. No sé qué me pasa contigo, Aidan. Cada vez que estoy contigo me siento tan pequeña y vulnerable, pero a la vez siento que puedo hacer lo que quiera.

Las palabras salieron de su boca con una seguridad que ni ella misma reconocía. Aidan la miró con el ceño fruncido, con una expresión indescifrable.

Pues lamento arruinarlo, pero yo fui más que claro contigo —respondió tajante, sin retroceder ni apartar la mirada—. No me gustas, no puedo corresponderte.

Ella se inclinó levemente, depositando una mano sobre su pecho.

—¿Sabes qué es lo más gracioso? Que tu cuerpo dice todo lo contrario.

En su interior, un torbellino de emociones amenazaba con desbordarse. ¿Qué diablos estaba haciendo? ¿Por qué se comportaba así? Se sentía completamente fuera de control.

Él la observaba paralizado, tragando saliva con dificultad. Con su dedo pulgar, ella rozó sus labios.

—Si no puedes corresponderme, ¿por qué no me alejas? Tus acciones contradicen tus palabras.

De inmediato, él la apartó, liberando la tensión que los envolvía.

—¿Penélope, qué demonios te pasa? —preguntó Aidan, visiblemente nervioso.

Ella se acercó de nuevo, pero esta vez él retrocedió hasta quedar acorralado contra la pared.

—¿Ahora huyes de mí otra vez? No sabía que podías ser tan cobarde —dijo ella en tono juguetón.

Aidan se encontraba tenso, intentando resistirse, pero ella lo tomó del cuello para acercarlo a su altura.

—Respondiendo a tu pregunta, simplemente me harté de reprimir estos sentimientos.

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Aquí haciendo unas modificaciones.
No se les olvide comentar chicos quiero saber que opinan 🙈👉👈

XOXO
Abbey

Los Reyes del Desastre #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora