EMMA: Unidad de Análisis Conductual del FBI

CAPÍTULO 11

Sonó el teléfono. Me desperté casi saltando de la cama

-¿Hola? -hablé sin mirar quién era

-Hola, Emma -respondió

-¿Emily? Son las 4 de la mañana - miré la hora en mí celular - ¿Qué pasó?

-Emma, lo siento. Lo olvidé. Acá son las 9 de la mañana. ¿Puedes hablar?

-Sí, dime -me levanté de la cama - ¿Qué sucede?

-¿Estás con alguien?

-Sí, Emily. Con Reid

-¿Todo está bien entre ustedes?

-Emily, ¿me llamaste para hablar sobre Reid y yo? -me acerqué a la cocina y tomé un vaso de agua

-No, lo siento. Es que, no he recibido noticias tuyas. Te extraño. Me siento abandona, Emma. ¿Cómo sigues después de lo de Luke?

-Mejor. Mañana lo hablaré en terapia. Pero estoy bien -suspiré

-Sabes que puedes ser sincera conmigo...

-Y lo soy, créeme. El pensamiento de Luke es recurrente, pero lo superé. Estoy bien. Él ya no está. Solo debo sanar y olvidar

-Me alegra escuchar eso. Me tenías preocupada. Por eso llamé

-Kilómetros de distancia y aún sigues cuidándome -sonreí - gracias por estar

-Siempre. Es nuestra promesa, Emma

-¿Tú cómo estás?

-Bien. Pero corté con Mark

-¿En serio? Estaban bien la última vez que hablamos

-Sí, pero no lo sé. Él quería formalizar y yo no quiero compromisos. Lo sabes...

-Lo sé. Y no puedo creer que él no lo haya visto -reí

-¿Cómo están todos en la UAC?

-Bien. Te recuerdan siempre...

-Lo sé, los extraño mucho- suspiró - Emma, ¿seguro que todo está bien entre Reid y tú?

-Lo está, Emily. Estamos juntos, aún no etiquetamos la relación. Pero estamos juntos, bien. Y.. -suspiré - el sexo es ¡Increíble! Emily, estoy fascinada... Spen me hizo multiorgásmica

-Emma -rió con cierto desagrado - no quiero saber eso. Reid es como mí hermanito menor, es asexual para mí

-Créeme que no lo es -reí - pero ya, está bien. Tampoco quiero darte detalles de mí intimidad con él

-Bueno, te dejo descansar. Discúlpame por haberte despertado. Te quiero. Y me alegro de que todo esté bien. Llámame, no me abandones por tanto tiempo

-Prometido. Te quiero... Bye - y corté la llamada

Tomé otro sorbo de agua y regresé a la cama. Se me había quitado el sueño. Prendí la lámpara, tomé un libro y comencé a leer. Pero inevitablemente no podía dejar de mirar a Spencer.
Acostado a mi lado. Tan perfecto. Mi corazón se aceleraba y una sensación de calidez y felicidad me invadía por completo. Cuando lo observaba, confirmaba  lo afortunada que era de tenerlo a mi lado. Todo había pasado tan rápido. En tan poco tiempo. Había dejado de ser esa Emma destructiva y me había convertido en alguien dispuesta a sanar y cambiar por un hombre. Pero él era lo mínimo que se merecía de mí. Se me hacía  increíble cómo una persona podía despertar tantas emociones y hacer que el mundo parezca un lugar mejor. Spencer hacia que todo sea mucho mejor.