Capítulo 7

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El Kurokowa se acostó a un lado de su papá quien lo abrazo.

Izana: papá, ¿quieres presumirle a Mikey nuestros lujos?-preguntó mirando al mayor quien lo volteo a mirar

Alec: ¿Quién es Mikey?-no recordaba a ningún Mikey, aunque no le importaba realmente otra persona que no fue su hijo y su esposo

Izana: es mi insufrible hermano, como me cae mal-dijo con enojo mientras lanzaba una almohada

Alec: tranquilo fiera, yo no te hice nada, puedes gastar lo que quieres y hacer lo que quieras mientras no sea nada ilegal o no nos meta en problemas con tu papá-dijo sonriente sabiendo que su hijo tenía su tarjeta

Izana: quiero presumirles todo lo que yo tengo, él puede tener el legado de Shinichiro pero yo tengo todo lo que él no-el mayor frunció el ceño, otra vez Shinichiro

Alec: puedes invitarlos si quieres a la casa, una comida tranquila para que nos conozcamos, después de todo siempre van a ser tu familia-dijo intentando ser maduro y evitando seguir enojándose con un joven adulto como lo era el hermano mayor de Iza

Izana: eso estaría bien, iré a decirle a papá-antes de que se levantara fue detenido por su padre

Alec: tranquilo, yo le diré, necesito hablar con el-salió de su habitación con tranquilidad y se dirigió a la sala donde su esposo se encontraba viendo la televisión

Kiriya: mi amor. ¿Te encuentras más calmado?-pregunto tomando la mano de su esposo quien sonrió antes de acercarse al cuello de su esposo

Alec: mi vida, tú mereces un escarmiento-dijiste dándole besos en el cuello lo que le saco suspiros al pelinegro

Kiriya: mi amor, detente-el albino se detuvo ante esas palabras

Alec: ¿quieres que me detenga?-preguntó queriendo saber si realmente su esposo no quería esto

Kiriya: no, continúa-dijo besando los labios de su esposo quien sonrió

Alec: de acuerdo, nuestro niño quiere invitar a su familia a comer-dijo tomando la mano del contrario, comenzó a dar un camino de besos en el brazo de su pareja

Kiriya: eso es magnífico, todo lo que quiera Izana-dijo agarrando los hombros del de ojos violetas

Alec: ¿qué te parece si te hago un pequeño masaje?-preguntó deslizando sus manos por el cuerpo del menor

Kiriya: sí, vamos a la habitación de invitados-dijo dejándose cargar por su esposo quien no dudó en llevarlo escaleras arriba.

El albino recostó a su esposo en la cama, se posicionó entre sus piernas y se quitó su camisa antes de acercarse al estómago de su esposo.

Alec: eres una belleza amor, te amo tanto-dijo levantando la camisa del contrario y comenzando a depositar besos en esa zona

Kiriya: mi amor, adoro como me hablas-dijo pasando sus manos por las mejillas de su esposo

Alec: este trato es lo mínimo que mereces, tú mereces ser adorado, eres tan lindo, inteligente, amable y sexy que no creo que me hayas escogido a mí para estar a tu lado por toda la vida-ese hombre realmente ama a su esposo y eso ambos lo saben, sus caricias eran tan suaves como el toque de una pluma.

Antes de que pudieran continuar la puerta fue abierta.

Izana: ¿qué hacen?, que asco, ¿porque tendrían sexo en la casa?-preguntó cubriendo sus ojos mientras el albino se ponía la camisa nuevamente

Alec: porque es mi esposo niño tonto, ¿porque no tocas la puerta antes de entrar?-regaño dándole un pequeño golpe en la frente

Izana: ¿cómo quieres que sepa cuándo van a tener sexo?-preguntó indignado, antes de poder seguir peleando ambos fueron jalados por el pelinegro a la cama

Kiriya: ya basta, ambos, durmamos un rato-dijo acurrucándose en los brazos de su esposo y abrazando a su hijo, los otros dos suspiraron antes de dejarse llevar por el de personalidad tranquila.

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⏰ Última actualización: Jul 11, 2024 ⏰

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