Era un día soleado en primavera, estábamos juntos en el hermoso campo de girasoles, tu cabello rubio resaltaba entre el paisaje, esos ojos que me volvían loco, tú piel suave y te tentadora ante el tacto. La luz del sol al atardecer reflejándose en tu cuerpo, hermosa, tu sonrisa que animaba mis pensamientos, te tenía y no como un objeto como una persona única que me hacía cambiar mis sentimientos, eras verdaderamente diferente, mi mujer perfecta.
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la idea es mía
Non-FictionCada poema es una ventana a las complejidades del alma, donde las emociones más intensas y oscuras se entrelazan con la búsqueda de sanación y claridad al alma.
