En un mundo que a veces se olvida
de la magia que yace en lo sencillo,
descubrimos la belleza escondida
en cada gesto, por más pequeño que sea.Un abrazo sincero, una sonrisa genuina,
un "gracias" pronunciado con el corazón,
son detalles que iluminan la rutina
y llenan de calidez el alma y el rincón.Esos gestos que parecen insignificantes
son los que tejen la tela de la vida,
son los que hacen que los días sean brillantes
y que el amor se mantenga encendido.Porque la verdadera belleza no se mide
por la grandeza, sino por la intención,
por el cariño que en cada acto se decide
y por la huella que deja en el corazón.
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la idea es mía
Non-FictionCada poema es una ventana a las complejidades del alma, donde las emociones más intensas y oscuras se entrelazan con la búsqueda de sanación y claridad al alma.