¡¿Ha vuelto el monstruo?!
POV CALEB.
—Eres un maldito estorbo—decia mientras sostenía un cable en su mano—te darás cuenta de por qué no debes hacerme enojar.
De esa forma empezó a golpearme.
—No... Por favor... Basta. Duele bastante. Yaa. Por fa...
—Caleb... Caleb — me desperté con los llamados de de Bianca — Estabas gritando dormido otra vez.
Agradecí que solo fuera un sueño.
—¿Te desperté? — dije aún agitado por aquel sueño — Perdón.
—Si, Pero no te preocupes — dijo limpiando las lágrimas que rodaban por mis mejillas — ven.
De esa forma me acercó hasta donde estaba ella para abrazarme.
No entendía por que después de haber pasado tanto tiempo aún me perseguía ese fantasma del pasado.
—Aún tengo miedo — admití — tengo miedo Bianca... Mucho miedo.
—No tienes por que temer — decía mientras acariciaba mi cabello — Estoy acá contigo.
Yo sabía que no me dejaría solo, y, a decir verdad, no le temia a la soledad, al contrario me gustaba. Sentía temor de mi mismo, temor de convertirme en alguien igual que aquel monstruo que me torturó por mucho tiempo.
Tenía miedo de dañar alas personas que amaba, pero esos temores se mantenían ocultos en lo más profundo de mi ser, nadie conocia esa parte de mi, ni siquiera las personas con las que compartía diariamente.
¿Estaría destinado a vivir con esos temores toda la vida?...
No sabía cómo responderme a mi mismo esa pregunta que rondaba desde hacía tiempo en mi mente.
—No sé... No sé cómo hacer para dejar el miedo aun lado —dije tapando mis ojos con una de mis manos— te digo la verdad.
—Solo deja de darle vueltas al asunto —canturreo —y problema resuelto. es cuestión de dominar tus pensamientos.
No tenía ni la más mínima idea de como hacer eso, pero no me daría prisa en averiguarlo — no tenía los ánimos— ya que, tendría que buscar ayuda.
La única ayuda que había recibido últimamente se basaba en dormir, pero de igual forma, cuando dormia, los recuerdos se convertían en sueños, y de igual forma terminaba despertando.
Quería que todo terminase instantáneamente, pero no. Los recuerdos aumentaban su capacidad de detallar cada uno de aquellos jodidos recuerdos, los cuales para mi eran un dolor de cabeza a diario.
Bianca me sacó de mis pensamientos agitando sus manos frente a mi cara.
—Te has quedado como si estuvieses en un trance mental —decia con voz tranquila —Aveces me asustas Caleb.
—Perdona —Alcancé a decir— Sabes que aveces mi mente toma el control por si sola.
Ella se quedó en silencio, como si no entendiera lo que dije.
—¿Últimamente te has sentido bien?.—dijo, y pude ver su entrecejo fruncido.--- te he estado notando más pensativo de lo habitual.
—Nosé a qué te refieres — sentencié— me siento normal, igual que todos los días.
—Tu no eres así Caleb, te conozco desde hace un tiempo, y, he aprendido a conocerte bastante —Finalizó.
—Te digo que me siento igual que siempre —repetí— No debes preocuparte.
