Capítulo 2

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POV CALEB

—Solo debes hablar con ellos, eso es todo —comentaba Will mi mejor amigo —y ya. ¿Para qué tanto rodeo?.

Will desde hace mucho tiempo venía conociendo la situación que llevaba con mis padres, por esas razones se empeñaba en convencerme en qué hablara con ellos.

—Will, por decimoquinta vez —empecé —Te he dicho que no. Creo que tú eres una de las personas que conocen bien el caso, y no, de igual forma no quiero hablar con ellos.

—Bueno, pero tarde o temprano te darás cuenta de que necesitas hablar con ellos.

—Certifico que ese tiempo no llegará pronto —aclaré —además sabes que ellos viven lejos.

Will me miraba un tanto analítico, ya lo conocía, solo quería hacerme sentir raro, para que me diera por vencido.

—Tus trucos de psicólogo no funcionan conmigo Will, así que deja tu estupidez de mirarme así.

—Ja, aquí el único estúpido eres tú Caleb.

Ya me había acostumbrado a todos esos insultos por parte de Will, que en su mayoría eran por cariño, o jugueteo.

Pensé que hace mucho tiempo me había quedado solo, pero cuando necesité una compañía allí se encontraban tres de las personas que hoy por hoy considero las más importantes en mi vida, Will, Bianca y mi abuela.

—En fin —habló Will —¿Qué ha pasado con esa chica con la cual salias?.

—Will. ¿Enserio?. ¿No tienes otras preguntas que ya no sepas? —sanjé— No hay nada en esa historia que ya no conozcas.

—Pero es que siento que me omites muchos detalles —dijo haciendo pucheros.

—Te daré un derechazo en la cara cuando vuelvas a hacer pucheros —dije.

—¿Cómo pucheros?. ¿Así? — dijo volviendo a hacer puchero.

De esa forma empezamos una guerra de puños y forcejeos hasta que escuchamos unos toques en la puerta de la entrada.

—Will, creo que llegó la pizza.

—¿Pizza?. ¿Cuál pizza? —dijo un tanto confuso —Yo no pedí ninguna pizza.

—¿Quien crees que sea entonces Will?.

—No lo sé Caleb, pero quédate aquí, vuelvo en un momento.

De esa forma salió de la sala para dirigirse a la puerta principal. Mi curiosidad no me permitía quedarme sentado en aquel pequeño sofá, por esas razones me dirigí de puntillas hasta colocarme detrás de un minibar que se encontraba a menos de cinco metros de la puerta. Para mí mala suerte desde allí solo se ponían escuchar murmullos, y no se podía distinguir de quién se trataba la tan inesperada visita.

De momento empecé a escuchar pasos apresurados que se dirigían hasta la sala, por inercia pude saber que se trataba de Will.

Me levanté como un resorte y salí de aquel minibar corriendo hasta sentarme de nuevo en aquel sillón.

—¿Quien era Will? —dije con expresión tranquila, como si no hubiese estado escondido en el minibar.

Will no respondió, solo se quedó observándome, y pude notar que estaba un poco nervioso.

—He... No era nadie —logró decir con titubeo —Solo el señor de los recibos.

Will sabia que no le creía, pero muchas veces prefería dejarlo tranquilo antes que seguirle preguntando, porque sabía que no me diría nada en lo absoluto.

En mi proceso te encontré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora