Cartas de la realeza (JSHK/TBHK)

Prefacio

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Al dar un paso en la tierra cubierta de una capa de nieve recibió en respuesta la brisa de aire helado que golpeó rostro. Aquel clima invernal que dominaba en este reino la mayor parte del año ya se había vuelto común, y algo a lo que como una soldado más de aquella región había tenido que acostumbrarse. Un clima caluroso era algo que la joven de mirada violeta nunca había experimentado, desde el día en el que se le condenó a nacer en aquel frío y sombrío lugar conocido como el reino de las espadas.

La joven vestida con armadura caminó hasta encontrarse frente a las puertas del famoso palacio donde vivían los miembros de la realeza. Aunque tenía cierto aspecto arcaico pero elegante, el aura que se sentia era como de ultratumba. Una vez allí le bastó un golpe a las grandes puestas que resguardaban el interior del palacio para que estás se abrieran. Sabía que habían estado esperando su llegada, supo que su esfuerzo por sobresalir entre los demás caballeros habia dado frutos cuando el futuro rey la mandó a llamar, por lo que una vez que entró no se dió el lujo de distraerse demasiado con la decoración gótica de aquel palacio y siguió derecho al salón principal, donde como esperaba se encontró con un joven de ojos dorados como el atardecer, quien la esperaba sentado en su trono. Una vez hizo acto de presencia en el lugar se arrodilló en señal de respeto, predispuesta a escuchar atentamente lo que tuviera que decir el joven príncipe.

-Como has de saber, nuestro reino ha estado recibiendo amenazas por parte del reino de los diamantes, así que hemos tenido que mejorar la seguridad del palacio-Habló el principe con un tono que reflejaba seriedad-

La de armadura, quién seguía arrodillada tal como lo hacen todos los caballeros al estar en presencia de un miembro de la realeza, pacientemente espero a que el de cabello azabache le dijera lo que tenía que decir.

-Te encomiendo al cuidado de mi hermano. Sea lo que este haciendo tienes que supervisarlo en todo momento. Tú misión a partir de hoy será protegerlo con tu vida ¿Entendido?

-Como ordene, su alteza. -

No cruzaron muchas palabras después de aquella petición, las ordenes habían sido muy claras. No es que la soldado estuviera muy agusto con esta decisión, para ella su espíritu de batalla le demandaba estar en los campos enfrentando a enemigos armados, hacer de niñera no era especialmente algo que le agradase. Sin embargo, no es como si tuviera otra opción, de todas formas tendría que llevar a cabo el trabajo al que se habían dedicado todo su linaje familiar a lo largo de los años. Por lo que una vez se le dio permiso se levantó para caminar hacia la entrada del salón nuevamente, donde se encontró con una mujer de cabello corto con un vestido negro largo que cubría la mayor parte de su piel.

-Por favor sígame. La llevaré con el príncipe Tsukasa. - Dijo la peli verde en un tono sereno, y una vez le indico que la siguiera esto fue lo que hizo-

Lo único que se escuchaba entre la oscuridad de los desolados pasillos de aquel palacio era el sonido de los pasos de ambas mujeres. No es que fuera su primera vez en el castillo, había estado allí muchas veces aunque específicamente para recibir ordenes o misiones del príncipe Amane, por lo que nunca se había interesado en saber dónde estaba cada habitación. Aunque si algo debía admitir es que el lugar era tétrico en cuanto a diseño.

Finalmente llegaron al final del pasillo, donde la mujer de vestido negro se detuvo al pie de una gran puerta de madera oscura, indicándole que ese era el lugar que estaban buscando.

-Esta es la habitación del príncipe -indicó la mujer en un tono monótono, pero justo antes de abandonar el lugar no se pudo ir sin decir una última cosa- Le sugiero que tenga mucha paciencia con él, es un tanto... Problemático-

La soldado no tuvo oportunidad de replicar antes de que aquella misteriosa mujer se fuera, dejando el ambiente en silencio nuevamente. No era para nadie desconocido el carácter del hermano gemelo del príncipe Amane, aunque hasta el momento solo había escuchado rumores de segunda mano por parte de algunos de los habitantes del reino, pero realmente no le interesaba que tipo de persona fuera, igual cumpliría la labor que se le había asignado. Tocó un par de veces la puerta de la habitación, no quería que fuera inapropiado entrar repentinamente. Casi al instante escucho la confirmación desde adentro de que podía pasar, aunque no pudo distinguir muy bien el tono de voz de la persona que lo dijo, pero sonaba bastante juvenil.

Al momento de abrir aquellas puertas fue recibida por una leve luz apenas perceptible que entraba por la gran ventana abierta, sobre la cual reposaba tranquilamente un joven con un aspecto muy similar al del príncipe Amane que había visto antes, pero algo en la forma en como la miró al apenas entrar le hizo percibir una ligera diferencia entre ambos casi al instante. Este por alguna razón le dedicó una sonrisa al verla, enseñando un poco los pequeños colmillos que tenia en su boca.

- Tú debes ser mi guardia personal, ¿Verdad? Amane ya me lo había dicho. -Habló casualmente aquel de apariencia un poco aniñada y cabello desordenado mientras la miraba de esa forma entre divertida y curiosa, bajando de la ventana y acercándose a la joven de armadura -¡Qué bien! ¿Cómo te llamas?

Y en aquel momento, aún al estar frente a frente con un príncipe de la realeza de uno de los reinos más letales y poderosos de la actualidad, no sentia exactamente la misma presión que debería imponer un miembro de tan alto estrato.

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Nota: Aquí yo con una nueva historia. Creo que ya todo quedó claro en la descripción y si no la has leído te invito a que lo hagas. Si no has leído mis otras historias donde presento a mi Oc no te preocupes ya que no importa al ser un universo alterno. Sin más que decir, disfruten de esta historia.

(Dibujo hecho por mí de como se ve la protagonista de la historia)