Me despierto con los rayos del sol entrando por la ventana.
Tranquilo y sin abrir los ojos, empiezo a estirarme en la cama cuando mi mano choca contra algo que deja escapar una sonido de queja. Miro al costado y lo veo a Alexis, aún dormido, con el ceño fruncido tras recibir un manotazo en la cara. No debió haber sido tan fuerte porque el omega simplemente se da vuelta, tapándose hasta la cabeza con las sábanas para seguir durmiendo. Dentro de unos días arranca el otoño y si bien todavía no hace frío, las noches ya se empiezan a notar más frescas.
Debato unos segundos si levantarme para hacer el desayuno o quedarme unos minutos más en la cama. Al final elijo la segunda opción, así que me vuelvo a acostar pegando mi espalda con la de mi amigo.
Ya pasó un mes y medio desde que descubrí el secreto de Alexis. Ese día lo invité a comer a casa y terminamos hablando toda la noche. Fue extraño y a decir verdad, un poco aterrador. A diferencia de Lolo, con quien ya llevaba años de amistad (relación?) cuando le conté que era un omega, yo a Ale lo conocía hacía a penas unas pocas semanas. Considerando mis experiencias con desconocidos enterándose de mi segundo género, sabía que contar algo así podía costarme muy caro pero decidí confiar y resultó ser la mejor decisión que pude haber tomado.
Esa noche nos la pasamos llorando y hablando acerca de nuestras experiencias. Si pensaba que decirle a Lolo se había sentido liberador, ese sentimiento no se comparaba con lo que fue decírselo a Alexis. En mi vida conocí a muy pocos hombres omega y nunca a uno en el rubro del fútbol que entendiera todo por lo que estoy pasando. Si bien el colorado tiene su propio apartamento en Buenos Aires que le pagan sus padres, éste no tardo mucho en instalarse permanentemente en el mío. Su presencia también había logrado que los entrenamientos rodeados de alfas se volvieran más llevaderos, y a la noche cuando volvíamos a casa, ahora puedo relajarme y comportarme como un omega sin miedo a que me juzguen o sospechen. No es que no pudiera hacer eso cuando vivía solo, pero no es igual. Cuando estás constantemente teniendo que reprimirte, de alguna manera u otra terminás pensando que esa parte de vos está mal. Pero es diferente cuando ves a otra persona con los mismos comportamientos. Te hace sentir validado, más acompañado.
Meto la cara en la almohada e inhalo la mezcla de aromas de vainilla y canela. Eso también es algo nuevo. Desde que el omega se instaló en mi apartamento, dormimos siempre juntos. Jamás había compartido nido con otra persona y al principio se había sentido un poco extraño pero con el tiempo descubrí lo reconfortante que se siente. A Alexis no le copa mucho dormir con las cortinas abiertas pero se ve que a él también le trae seguridad tener un compañero de nido así que se adaptó.
Escucho el sonido de notificación de mi celular y con una sonrisa tomo mi celular de la mesita de luz. Siento hormigueos en el estomago cuando veo que el mensaje viene de exactamente quien creía.
< buen diaaaa >
< suerte hoy en el partido >
< bendiciones de este churro glorioso >A continuación de los mensajes, Cuti mandó una foto comiéndose un churro con cara de muchísimo placer que me deja con las palpitaciones extrañamente aceleradas. Mientras pienso en qué mierda contestarle, siento una cabeza asomarse sobre mi hombro. Rápidamente bloqueo la pantalla del celu y lo presiono contra mi pecho.
– Buah ¿Qué te hacés tanto el misterioso? – Me dice Alexis mientras y se refriega los ojos para quitarse el sueño antes de sentarse. – Algún día me vas a tener que decir con quién te mensajeás todas las mañanas.
– Con nadie. – Miento y me rasco la cabeza.
– Claro, seguro. – Bufa el colorado. – No te voy a mentir, me da un poco de envidia.
– ¿Por qué? – Le pregunto, sentándome.
Alexis se encoge de hombros.
– Yo qué sé. Vos siempre decís que no sos una persona tempranera pero un mensajito te tiene sonriendo todo el resto de la mañana. – Yo me sonrojo y él me mira travieso, alzando una ceja. – ¿Es una chica?
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IRRESISTIBLE (CutiNahu)
FanfictionEl día en que presentó como omega, Nahuel sintió que su mundo se caía abajo y que todos sus sueños se volvían imposibles. La vida en general siempre es más complicada para los omegas especialmente en el mundo del fútbol. Sin embargo, Nahuel rehusán...