Homework (RuPha)

Capitulo 13

La hora de la salida llegó y Pharita había tomado una decisión. No se encontraría con Ruka. No tenía caso que lo hiciera si solo era para pedirle de nuevo sus trabajos o que le ayude con sus tareas.

Y Ruka se dió cuenta de eso cuando la rubia salió rápidamente del aula. Así que terminó de guardar sus cosas para ir tras ella. Pharita caminaba muy rápido, casi corría tratando de que Ruka no la alcanzara.

Ya estaba por salir cuando sintió como la tomaron del brazo y solo suspiró, era ella.

—¿Porque huyes?

—¿No es obvio? Tú solo me buscas cuando necesitas que te pase apuntes, mientras no los necesitas me ignoras por completo y... yo... me duele.

Ruka observó el rostro triste de la rubia y sintió la necesidad de abrazarla y llenarla de besos, pero no era el momento.

—Bonita

Pharita levantó su rostro rápidamente.

—¿Cómo... dijiste?

—Bonita, eres muy bonita, Pharita

Al decir esto, la castaña acarició la mejilla de la menor suavemente, mientras que la pelinegra se sentía en un sueño.

—Lo siento si te ignoré pero creí que si lo hacía, esto que siento desaparecería. — Ruka sonrió —. Pero no fue así, al contrario, cada mañana que te veía llegar mi corazón se aceleraba y no sé desde cuando me comencé a sentir así.

—¿Que... qué quieres decir?

—Tal vez tus besos tenían algún tipo de hechizo o tal vez fue el simple hecho de que seas tú.

—Ruka...

—Sí, Pharita, me gustas.

El corazón de la pelinegra no daba para más, latía con rapidez, sentía que le daría un infarto ahí mismo. Está vez no era un sueño, estaba sucediendo de verdad.

—Y-yo... Ruka... yo

Pharita no pudo articular ninguna palabra, lo único que hizo fue abrazarse Ruka

—¿Porque yo? Hay chicas más bonitas y son populares.

—¿Bromeas? No me importan las demás, solo me importas tú, para mí
eres mejor que todas.

La pelinegra sólo suspiró, odiaba sentirse insegura. Ruka pudo ir y fijarse en una chica más bonita, ¿por qué se fijaría en una nerd?

La castaña deshizo el abrazo y miró fijamente aquellos ojos que se habían vuelto su adicción.

—¿Me dejas conquistarte?

—Me conquistaste el primer día que llegaste tarde y el profesor te dejó de pie durante toda la clase

—Como detesto a ese profesor — Ruka dijo con odio — Entonces, ¿me dejas conquistarte de nuevo?

Pharita asintió sonriente y se abrazó de nuevo a la castaña