Estúpidamente lindo [Papulince x Panafresco] (Papufresco)

020

Hubo un silenció de golpe, así dando una cachetada a su amigo sin importarle su reacción, sin importarle más nada «Eres un hipócrita, Miguel» agregó antes de dar un profundo suspiro que terminaría en llanto.

Esta situación se había salido totalmente de control ¿Como había pasado aquello?

Después de aquellas lágrimas derramadas por asuntos de su pasado el seguidor de la grasa no tuvo una mejor alternativa que ir a su casa, aún sollozando tomó una botella de su mochila, la cual estaba bastante desgastada, para abrirla e impactar en su cara un chorro de agua para disimular sus ojos cansados y llorosos.

Cuando llegó a su hogar solo pudo observar a su primo llorando en la sala «Pensé que no eras tan patético para hacer eso» dijo con la voz cristalizada.

—¿De que hablas, Mario?

—¡¿De que hablo?!—exclamo enojado— Estoy decepcionado si es verdad lo que me comentaron los vecinos del departamento de Miguel.

—No sabía que te alteraría tanto escaparme, no es la primera vez que lo hago. Perdón.

El sonido de su voz hizo un ligero eco en la habitación «Vamos a continuar hablando de esto cuando llegue Miguel, está en camino» espetó para ir a su habitación y azotar la puerta.

¿Ahora que he hecho?
Sabía que no debía demorar tanto, él está cambiando por mí.
Él estaba cambiando porque se lo dije, pero
¿Yo que estoy haciendo por él?
Me siento culpable.

Miguel llegó sin mucho tiempo de espera, tocó la puerta de la casa de Luis y su primo para encontrarse a su amigo.

—Hola cuck —dijo intentando intimidar, cosa que no le funcionó.

El saludo fue mutuo con la diferencia que Luis contestó con alegría por ver y sentir la presencia de Miguel de nuevo.

Luis no era un mal anfitrión, lo invitó a sentarse y se dirigió a la cocina para hacerle un café cargado y tibio, él sabía que a Miguel le gustaba mucho el café.

No pasó mucho para que Mario llegase, al instante miró al Miguel con una mirada más allá de ser penetrante, y se sentó en uno de los sofás.

Apenas regresó, Mario empezó a indagar: «¿Es cierto que te acostaste con Miguel, primo?» haciendo que se salga de onda totalmente, sin dejarlo reaccionar adecuadamente, haciendo que sus mejillas tornen un color carmesí.

Miguel no pudo evitar contestar agresivamente «¿Y que si fuese así?, idiota» sin embargo el primo del seguidor de la grasa haría todo menos contenerse. «¿Con que es verdad?»

—Coquette era muy poco para alguien tan bueno como tú, Luis, me has decepcionado ¿Ser infiel?—dijo para dar un hondo suspiro— Y tú....— dijo acercándose a Miguel

—Esperaba más de ti, la has cagado Miguel, vete bien a la carajo, huevon.

Este mismo se paró para alzar más la voz «¡Tú eras mi amigo, imbecil!» exclamó, «Ahora para mí eres igual que todos los demás seres humanos que no considere amigos, una mierda»

—No le digas asi, ¡¿Que tienes Mario?!

—No te metas, Luis. No voy a dirigirte la palabra después de la idiotez que hiciste.

—Tu sabías lo que pasó con mi padre, tú sabes lo que opino al respecto de esos actos repulsivos de adulterio.—dijo con la voz quebrada.

Hubo un silenció de golpe, así dando una cachetada a su amigo sin importarle su reacción, sin importarle más nada «Eres un hipócrita, Miguel» agregó antes de dar un profundo suspiro.

—No te quiero ver más la cara, eres un imbécil, vete con tus bobadas, contrate a un puto de quinta pero a mí primo no. Mi primo tiene NOVIA.—agregó tomándolo de de su chompa, fácilmente cargando al panafresco por su poco peso y tirándolo a la calle.

—Luis, no...yo no te veía así.—dijo cabizbajo aún con algo de lágrimas desbordadas de sus ojos—Mi tía estaría decepcionada de tí.

—¡¿Has al menos escuchado lo que yo tengo que decir?!—exclamó indignado

Aquel no pensó ni 2 veces y subió corriendo a su cuarto para azotar la puerta y colocarle seguro para hacer lo que ya se sabe que hacía. Abrió la ventana dejando sentir las brisas del viento contra su cara, amarró una cuerda con la pata de su cama para aventar lo restante de esa cuerda a la calle. Sin pensarlo 2 veces, con ayuda de esa cuerda escapó junto a una mochila.

—¿Por qué tengo como que el presentimiento que me arrepentiré de esto? Meh

Después de mencionar aquellas palabras prendió su celular que había apagado anteriormente para llamar a Carla.

Carla en ese momento estaba con Gloria, no era una sorpresa que no le contestaría.

Mientras corría en dirección al hogar de Carla se tranquilizó pues ya dejó de sentir el peso en su corazón que sentía hace unos momentos, aunque eso no quería decir que aquel peso habría desaparecido.

———

Jaja xd
Bueno, ya les di mucho postre en los primeros capítulos, tocó envenenarlos después de la tremenda anemia que les dejé
😹😹😹😹😹😹😹😹😹

Mejoré un poco la manera que narró, se dieron cuenta? Sé que no cambio tanto pero ps como q si está mejor.