Flechado

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Argos se encontraba en los tejados de París reflexionando de lo que hizo con la Luna Roja y como la libero de su existencia, pero un pitido de su miraculous lo alerta de que está a punto de destransformarse.

Argos: (Se sienta) -¡Oh, no! ¡Duusu, cierra mis alas!-

Duusu sale del broche y cae sobre las manos de Félix, pero sin abrir los ojos ya que Félix creo la Luna Roja en beneficio propio.

Félix: (Preocupado) -Duusu-

Duusu: (Abriendo los ojos) -Estoy bien, pero creí haberle dicho que no debe usar sus poderes en beneficio propio-

Félix: (Le da comida a su kwami y Duusu lo recibe) -No era beneficio propio, era para salvar a Kagami y a Adrien del control de sus padres-

Duusu: (Con una sonrisa) -Sobre todo si quería impresionar a cierta chica que la ha estado siguiendo por un tiempo transformado en Argos- (Come un trozo de baya con entusiasmo)

Félix: -¿Qué? ¿De qué chica estás hablando?-

Duusu: -Hablo de Kagami Tsurugi. Al parecer estas flechado por ella-

Félix: (Sonrojado) -¿Kagami? ¿Realmente crees eso?-

Duusu: (Se pone enfrente de él) -¡Por supuesto! En el baile de diamantes cuando estabas disfrazado de su primo, te comportaste tan caballeroso con ella. Y es porque esa chica te gusta-

Félix sonríe, pero rápidamente niega con su cabeza.

Félix: -Tu energía ya está recargada, hay que volver a casa-

Duusu: -Esta bien-

Félix: -¡Duusu, abre mis alas!- (Se transforma en Argos)

Argos: -¡Trasformación!-

Una ráfaga de energía lo envuelve, cambiando su apariencia de Argos a su traje espacial. Sus alas se despliegan con gracia mientras se prepara para emprender su viaje hacia Londres.

*

Argos aterriza en el tejado de su casa.

Argos: -¡Destransformacion!- (Vuelve a ser Argos)

Argos baja del tejado y entra a su casa por la ventana y encuentra a su madre Amelie, y Argos se acerca.

Amelie: -Tenías razón: hice todo lo que me dijiste y Gabriel no hizo ni dijo nada para ayudarme. Él me desprecia. ¡Es un monstruo! ¡Todos son monstruos!-

Argos: -Duusu, cierra mis alas- (Se transforma en Félix y abraza a Amelie)

Félix: -No todos- (Sonríe)

Amelie observa la expresión de su hijo Félix, detectando un brillo particular en sus ojos y una sonrisa que parece más radiante que de costumbre. Se pregunta si su hijo podría estar enamorado, una idea que la llena de alegría y curiosidad.

Amelie: (Con una sonrisa juguetona y ambos se separan del abrazo) -¿Hay algo que quieras compartir conmigo, Félix? Tu sonrisa me dice que quizás hay algo más en tu corazón ¿Quién es la chica que te tiene flechado?-

Félix: -No hay nadie, mamá-

Amelie: -Oh, vamos, Félix. No intentes ocultarlo. Conozco esa sonrisa. Hay alguien que te tiene encantado. Después de que la viste en la Mansión Agreste, no dijiste nada en todo el viaje, solo mirabas por la ventana-

Félix: -Eso es diferente, no estoy enamorado-

Amelie: -Claro, entonces ¿no tiene nada que ver con algunas fotos que tienes de ella en tu cuarto?-

Los tres Sentis-seresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora