Coquetear

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Después de una intensa semana de clases y entrenamiento, necesitaban relajarse y disfrutar de su compañía mutua. Félix y Kagami se encontraron en el parque cercano. Tomados de la mano, Félix y Kagami caminaron por los senderos del parque, disfrutando del paisaje verde y florido. A medida que avanzaban, su conversación estaba llena de coqueteos suaves y risas compartidas.

Félix: -Es un día perfecto, ¿verdad? Casi tan perfecto como tú, Kagami-

Kagami se sonrojó levemente, pero no pudo evitar sonreír.

Kagami: -Siempre sabes cómo hacerme sonrojar, Félix. ¿Es parte de tu estrategia para coquetear conmigo?-

Félix: -Tal vez. O quizás es simplemente porque no puedo evitar decirte lo que siento. ¿Qué puedo decir? Eres mi Reina-

Kagami le dio un pequeño empujón juguetón, disfrutando del momento.

Kagami: -¡Oh, por favor! No me hagas sonrojar tanto. Estamos en un parque público-

Félix rió suavemente, disfrutando del rubor en las mejillas de Kagami.

Félix: -Bueno, entonces, los guardaré para después. Pero no puedo prometer que dejaré de coquetear contigo. Es demasiado divertido ver tu reacción-

Kagami rió suavemente, disfrutando de la complicidad con Félix.

Kagami: -Está bien, te permitiré coquetear un poco más. Pero solo un poco. No quiero que piensen que soy débil ante tus encantos, Félix-

Félix le dio una mirada traviesa y le tomó la mano con ternura.

Félix: -Entendido, mi Reina. No quiero que pierdas tu reputación de guerrera fuerte y decidida. Pero déjame decirte, eres irresistible-

Kagami soltó una risita y le dio un ligero golpe juguetón en el hombro de su novio. Kagami lo miró con cariño y aprecio mientras seguían caminando.

Se detuvieron junto a un pequeño lago donde los patos nadaban tranquilamente. Félix se agachó para recoger una flor silvestre y se la ofreció a Kagami con una sonrisa.

Félix: -Para la Reina de mi corazón-

Kagami aceptó la flor con una sonrisa radiante, admirando la delicadeza del gesto de Félix.

Kagami: -Eres un verdadero caballero, Félix. Me haces sentir especial cada día-

Félix: -Porque lo eres, Kagami. Eres mi inspiración, mi fuerza, y mi mayor alegría-

Kagami se conmovió por las dulces palabras de Félix, sintiendo su corazón palpitar con calidez. Ella le dio un suave beso en la mejilla, haciendo que Félix sonriera aún más.

Kagami: -Gracias, Félix. Eres lo mejor que me ha pasado-

Félix: -Y tú eres lo mejor que me ha pasado a mí. No puedo imaginar mi vida sin ti, Kagami-

Kagami: -Yo tampoco puedo imaginar mi vida sin ti, Félix. Eres mi mundo-

Félix: -Te amo, Kagami-

Kagami: -Y yo a ti, Félix-

Félix la besó suavemente en los labios, beso que fue correspondido con la misma ternura, sintiéndose completamente felices y en paz el uno con el otro. Permanecieron juntos en silencio por un momento, disfrutando del afecto mutuo y la tranquilidad del parque. Después de un momento, se separaron lentamente, con sonrisas radiantes en sus rostros.

Los tres Sentis-seresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora