Los tres Sentis-seres

Piano

En una tarde soleada en París, Kagami, se encontraba sentada aun lado de un piano público dibujando. Félix quien estaba en el mismo lugar que ella, se acercó a Kagami.

Félix: -¿Dibujando como siempre? ¿Eh?-

Kagami levantó la mirada de su cuaderno de bocetos y sonrió sonrió al ver a Félix en el mismo lugar que ella.

Kagami: -Sabes que no puedo evitarlo, siempre encuentro inspiración en este lugar. ¿qué haces por aquí? No estuviste siguiendo de nuevo ¿O si?-

Félix: -Esta vez no, lo prometo. Siempre vengo aquí en mis tiempos libres-

Félix tocó algunas notas en el piano, atrayendo la atención de Kagami quien se sorprendió al verlo tocar tan bien.

Kagami: -Wow, Félix, no sabía que tocabas tan bien el piano. Creí que solo Adrien tocaba el piano-

Félix: -Es de familia, Adrien y yo cuando éramos niños tocabamos, Adrien tocaba por diversión y yo... solo porque mi padre me lo pidió solo para mantenerme ocupado y no volviera a casa-

Kagami: -Eso debió ser... solitario. Pero me alegra que hayas encontrado una manera de disfrutarlo ahora-

Félix: -Sí, en su momento no lo disfrutaba mucho, pero ahora me resulta relajante ¿Sabes? Mi mamá cantaba cuando yo tocaba el piano, ella siempre será todo para mí-

Kagami: -Eso es muy hermoso-

Félix: (Toma la barbilla de su novia con suavidad) -Tú eres hermosa. Y cada día me siento más afortunado de tenerte a mi lado- (Dijo suavemente mientras la miraba a los ojos)

Kagami: (Sonrojada) -Ay, Félix. Me sonrojas-

Félix sonrió dulcemente ante la reacción de Kagami y le dio un beso suave en la mano de Kagami.

Félix: -Lo siento, no pude evitarlo. Eres mi Reina hermosa, Kagami-

Kagami sonrió con ternura, sintiéndose amada y valorada por Félix.

Kagami: -Gracias, Félix. Tú también eres mi mundo. Estoy tan feliz de estar contigo- (Saca su libreta) -¿Te importa?-

Félix: -Todo por ti, mi Reina-

Kagami abrió su libreta y comenzó a dibujar a Félix mientras tocaba el piano. La expresión de concentración en su rostro, la forma en que sus manos se movían con gracia sobre las teclas del piano, todo eso Kagami capturó en su dibujo con detalles delicados y precisos. Félix se sintió halagado por la atención y el detalle con que Kagami lo retrataba mientras tocaba el piano.

Cuando Kagami terminó su dibujo, lo mostró emocionada a Félix.

Kagami: -¿Qué te parece?-

Félix se acercó para ver el dibujo y quedó impresionado por la precisión y la belleza con que Kagami había capturado el momento.

Félix: -¡Es increíble, Kagami! Siempre logras impresionarme con tu talento-

Kagami sonrió con satisfacción al ver la reacción de Félix.

Kagami: -Me alegra que te guste, Félix. Siempre encuentro inspiración cuando estás cerca de mi-

Félix: -Me siento muy afortunado de tener a alguien tan talentoso y maravilloso a mi lado-

Kagami: -Yo también, Félix. Cada momento contigo es especial para mí-

Félix tomó la mano de Kagami y la llevó hacia el piano.

Félix: -¿Qué tal si te devuelvo el favor?-

Kagami: ¿Qué tienes en mente?-

Félix: -Solo escucha-

Félix comenzó a tocar una melodía suave y dulce en el piano, llena de emoción y ternura. Kagami se quedó escuchando, fascinada por la manera en que Félix lograba transmitir tantos sentimientos a través de la música. La melodía resonaba en el aire, creando una atmósfera mágica que envolvía a ambos.

Kagami se dejó llevar por la música, cerrando los ojos y permitiendo que cada nota la envolviera. La conexión entre ambos se sentía más fuerte que nunca, y la melodía parecía narrar su historia, llena de momentos felices y desafíos superados juntos.Cuando Félix terminó de tocar, el silencio que siguió fue igual de poderoso. Kagami abrió los ojos y los clavó en los de Félix, que la miraba con una mezcla de amor.

Kagami: -Fue hermoso, Félix. Gracias, me haces sentir especial-

Félix: -Siempre serás especial para mí, Kagami. Cada día contigo es un regalo-

Kagami: -Te amo tanto, Félix-

Félix: -Y yo a ti, Reina mía. No hay nada en este mundo que me haga más feliz que verte sonreír-

Kagami sonrió, sintiéndose profundamente conmovida por las palabras y la música de Félix. Se acercó y lo abrazó, disfrutando del momento de intimidad que compartían.

Kagami: -Te amo, Félix. Nunca imaginé que encontraría a alguien que me entendiera y me hiciera sentir tan especial-

Félix: -Yo también te amo, Kagami. Nunca me cansaré de decirlo-

Se besaron suavemente, sellando así otro capítulo de su historia de amor en la ciudad más romántica del mundo.