𝐓𝐡𝐚𝐭 𝐁𝐨𝐲 ❀ [Minsung]

13 🎈

Pasaron un par de días y ya era el esperado sábado en el que los chicos se reunirían para celebrar el cumpleaños de ChangBin.

La fiesta seria por la tarde, pero eso no detenía a Jisung y su amor por vestirse para ocasiones especiales, por lo que desde casi cuatro horas antes ya estaba rebuscando entre toda su ropa algo lindo para ponerse.

Su habitación era un caos, parecía que había pasado un tornado que dejó a su paso cada centímetro cubierto de diferentes prendas. De verdad se lo estaba tomando mas en serio de lo normal.

Como ultimo recurso llamó a Felix para que fuera a su casa a ayudarlo y de paso que se arreglaran juntos, a lo que el rubio claramente accedió. Así que después de casi una hora y ya un poco frustrado se resigno a esperar a que llegara su amigo a auxiliarlo.

Pocos minutos después escucho golpes en la puerta principal a lo que rápidamente fue a atender sabiendo que era su amigo y en cuestión de segundos ya estaban ambos en la habitación del peliazul.

— Wow esto es serio... — Dijo Felix al notar todo el caos.

— Creo que nunca estuve tan indeciso para ponerme algo. — Hablo rendido para despues soltar un largo suspiro.

— Es obvio que es por que tambien irá Minho. — Dijo mientras le daba un ligero golpe en el hombro con el suyo.

— Desde que descubri tu ridiculo secreto ahora todo lo que hago o digo, para ti, tiene que ver con ese cabeza de zanahoria.

— Aun asi tengo razón.— Hablo con superioridad.

— Claro que no.

— Claro que si.

— Que no.

— Que si.

— Ay ya, ¿Me vas a ayudar o no?

— Solo si aceptas que te gusta~

— Si me gusta, ya hasta me confesé. — Rodó los ojos ya cansado de darle vueltas al mismo tema.

— ¡¿QUE?! — Exclamó totalmente sorprendido.

— ¿Qué? — Respondió sin darle mucha importancia.

— Dios mio, ¿Cómo es que yo no sabía esto? O sea, si sabia que se gustaban y todo, se nota a kilómetros, pero, ¿en que momento paso? Necesito todos los detalles.

— Justo por eso no lo sabias. No estoy listo para tus mil preguntas.

— No te preguntare nada si lo sueltas todo, así que habla. — Hablo expectante por la respuesta del peliazul.

— No mereces que te cuente nada por haberme ocultado cosas. — Dijo indignado tratando de que su amigo dejara de insistir.

— Vamos~ Sabes que fue por una buena causa.

— Aún así sigo enojado contigo. — Dijo mientras se cruzaba de brazos y le daba la espalda al rubio.

— Por favor Jisunggie, cuéntame. No podré vivir con esta incertidumbre.

— Me vas a deber una caja de tus brownies. — Soltó amenazante.

— Si, si. Lo que tu quieras. — Hablo emocionado.

Jisung soltó un largo suspiro y comenzó a contar como fue que pasó todo.

Mientras lo narraba sentia que volvia a esa tarde en la que se encontró al pelinaranja en el mercado y como terminaron dormidos en la pequeña colina junto a la playa, la manera tan cálida en la que fue consolado por Minho cuando tuvo esa pesadilla que lleva años persiguiendolo; cada sensación, cada roce, cada suspiro, cada lagrima. Lo recordaba todo. Pero se salto todo eso y solo entro en detalles cuando empezó a citar lo que ambos se dijeron.